miércoles, 2 de septiembre de 2015

Tu perdición.

Amarte con esta soledad que tengo, no es fácil, pareciera, pero no lo es. Quisiera decirte tantas cosas que me callaré por el poco de dignidad que siento tener, pero que no tengo; lo importante es que al menos lo siento, ¡Siento algo!, no como personas de las que ni su nombre quiero acordarme. ¿Por qué eres así de despiadada?, tendrás tus motivos, sin embargo, activaste las barreras con un indefenso conejo; no lo digo porque crea que soy tierno y esas cosas disparatadas, cursis y complicadas. Tenías que entender mi posición hacía ti, era tu aliado, tu amigo, tu confidente, tu amante pero... para ti, yo sólo era tu perdición.