viernes, 25 de diciembre de 2015

Eterna soledad

Fue divertido mientras duró, y ahora en su final, esto está siendo devastador. No me quejo de mis lágrimas, no te hago portadora de la culpa, en este caso, sólo yo puedo mantener ese cargo. Lloraré y lloraré... seguiré llorando un poco más por ti. Si fuese alcohólico, bebería rondas por ti; sin embargo, no lo soy, y por eso me duele más; porque puedo recordar cada detalle en el que he fallado, y sin duda, saqué un sobresaliente en ser imbécil.

Estaré solo, muy solo, no sé si estas risas que me han sacado últimamente sean verdaderas pero, por cortos tiempos de mi vida, me olvido de ti y de todo lo que significas para mi. Algo que me ayuda mucho en ésta situación, en la que sé con certeza que nunca volverás.

martes, 1 de diciembre de 2015

¿Será cierto?

El amor es una tragedia tardía

Su final siempre será asolador

Porque nada es más eterno

Que los ideales de los muertos

Discúlpame si lo crees incierto

Pero es lo que siento.

martes, 24 de noviembre de 2015

Paracaídas de papel [Capítulo II]


Desviación de la realidad



Traté de hacerme invisible, darte mucho espacio para que me olvidaras, sin embargo, el afectado no era otro más que yo. En mi desespero trataba de controlarte, pero en tu ciega inocencia, me dominabas sin pronunciar palabra alguna. Pestañeabas y me tenías a tus pies, ladraba si era necesario. En mis meses de sirviente, siempre odié lo inerte de tu mirada, tan escalofriante como el temor que sentía al fallarle a mi madre. Te desperté cuando los ocasos de tristezas se apoderaban de tu mente, te abrazaba y me quedaba todo el amanecer junto a ti. Seguías con esa mirada que reconstruiría los polos de tan sólo verlos de reojo; pero te acepté así... no me había quejado, hasta ahora. Digamos que esta es mi manera de explotar. Me acompañaste en esta obra de teatro, yo era la bomba con la mecha inagotable, mientras que tú, te encargabas de mantenerla encendida. Y, siendo franco, ya va siendo hora de que explote, nunca se me dio bien el suspenso. Aunque a ti, todo te importaba una "santa" «mierda». Lo que pasó el resto de ese día no fue normal, sin embargo, indudablemente, no fue para tanto... o eso pienso yo.

Y salí de ese hueco lleno de libros, el cual me estaba colocando “ligeramente” nervioso. No entiendo por qué cuando amamos a una cosa, persona o lugar, por el motivo que sea, a menudo, no creo que suceda siempre, pero, al menos una vez, nos hará daño. Me sentía enfadado con ese lugar, es como si traicionara todo lo hermoso que compartíamos; él aportaba un sitio para leer, y yo, una mente entrenada para descifrar los jeroglíficos de aquellos escritores pasionalmente intelectuales. No podía hacer nada, por los momentos no debería hacer ninguna locura. Sigo sin comer nada, tengo la despensa vacía y estoy muy agotado; debería solucionar esto antes de ir a trabajar. Me encaminé hacia el supermercado más cercano, agradeciendo a lo infinito por la oportunidad de tener todo tan cerca del apartamento, —salté de alegría, en mi mente—, mi cuerpo no se ajustaba a la naturalidad y en vez de movimientos versátiles, sólo tenía unos toscones en mí caminar.

Parece que llovió un poco, no me percaté del momento en que sucedió, las calles grises se tornaron diferentes con el reflejo de las nubes en los charcos de agua. Caminar entre «extraños» es algo inusualmente inquietante, o lo es para mí. Puede pasar cualquier cosa, bueno, eso es algo normal en cualquier parte. Estoy delirando, debería dejar de pensar tanto y sólo caminar, y ahora se me está mojando los ruedos del jean. Pero no puedo parar de pensar, alguien puede estar siguiéndome; supongo que no me eliminaron en la librería por algún motivo, aunque sea lo más mínimo y absurdo, a lo mejor es que no querían dañar la tapicería, tiene muchos años en ese lugar. Sí, esa debe de ser la razón por la que no he muerto, ahora debo cuidarme la espalda. Sentía la mirada de todos posándose en mí, quería salir de esa situación lo más rápido posible, apresuré el paso y después de tropezar con un par de ancianos pude apreciar el letrero del supermercado a lo lejos, que colocaba: “El Museo”; Qué extraño nombre para un abasto. Mientras me acercaba, sin bajar la guardia, en el mismo letrero pero un poco más abajo se podía leer: “Si lo tocas, lo pagas”. Eso no estaba ahí la semana pasada, parece que cambiaron de política y no me avisaron, malagradecidos. ¿Cómo voy a saber si la leche está vencida?, todo esto es una trampa para quedarme sin recursos y caer en sus perversas manos. « ¡No lo harán! », pensé, suelo ser dramático hasta en los pensamientos.

Unos pocos pasos me distanciaban del súper, mantuve dudas constantes sobre si comprar ahí o no. «No sé cuánto gastará estas personas en avisos y publicidad», pensé al ver un anuncio de rebajas en todos sus productos, propuesto para el siguiente día; me alivia saber que no seré estafado como siempre, me sucede a menudo. Detuve mi apresurado caminar y di media vuelta para dirigirme a otro sitio, y no como éstas calles plagadas de ancianos melancólicos, sino una donde no se pueda percibir aquellos ojos que lamentan no haber hecho más cosas en su vida, donde esos mequetrefes de avanzada edad, no se arrepientan de nada… donde esos hermosos seres y esclavos de la vida, sean felices. “Ni los niños son muy «inocentes, ni los ancianos «estúpidos»”, es algo que me repetía mi abuela, que en paz descanse… ya debería ser la hora de su siesta. El cazador puede vestirse de presa, y en su momento, puede llegar a ser la mejor carnada; aunque sólo sería válido para una persona cuya personalidad sea metódica, reflexiva y, en otros términos, de sangre fría. Me da escalofríos tan sólo pensar en aquellas personas despiadadas, malévolas e indiferentes con el sufrimiento del corazón de los demás, —dejé salir una carcajada nerviosa—, nunca me canso de pensar chorradas; si los libros me han traído felicidad, si lo pienso de esta manera, creo que amo leer porque las benditas palabras plasmadas en hojas, cuyo olor es magnífico, llenan mi mente, abarcan totalmente mis pensamientos, y es en ese momento, donde se detiene mi locura, donde la sangre de mi cuerpo se calma y se enfría… es el único momento en que creo estar cuerdo. Y entré al bar.

[Construyendo el mundo de Sebastián...]

lunes, 16 de noviembre de 2015

Paracaídas de papel [Capítulo I]

Estoy forzado a esto. Siento que te pertenezco, y no de una manera linda. Para ti, soy un objeto de perversidad y destellos apasionantes. Nunca podrás imaginar cuantas noches he tratado de separarme de tu calor. No entenderías lo desesperante que es dejar algo que amas con locura, ese vicio que se hace parte de tu piel extendiéndose por todo tu ser. ¡No lo entenderías!, por eso es mi sufrimiento. Si tan sólo me vieras como los peces al cielo; todo sería maravilloso, si hubiese sido así, no tendría que marcharme de tu regazo. Sin embargo, lo cierto, es que a pesar de que seas el amor de mi vida... te he dejado de amar. —por momentos perdí la mirada en el vacío—. Si tan sólo pudieras sentir algún tipo de «algo», porque la verdad, es que no logras sentir ni un mísero punto de amor por nadie. Ojalá me hubieses ignorado y mandado a tomar por... ¿Pero a quién engaño?, estaría en un estado de demencia si no te hubiera conocido.

Ese día, no tan especial como suelen ser "esos días", carecía de un clima agradable. No tuve la suerte de ayudar a ningún extraño desinteresadamente, ni mucho menos pude encontrar un billete vagando por las calles. En cambio, vi unos ojos muertos, que delirantes, gritaban ayuda. Eso tuvo lugar en el ‹hogar de los espejos›, sí... era mi reflejo. Pude ocultar mis difuntos puntos faciales con una sonrisa falsa y continué mi camino. No muy lejos de ese lugar, se encontraba mi destino. Una librería de antaño, donde los libros tenían más polvo que hojas y las personas más graduación en los lentes que amistades. Supongo que eran trofeos para aquellos que aman una buena historia en vez de estar rodeados de hipocresía. Si tuviera que describir esa librería con otras palabras, sin dudas ni remordimientos, la llamaría mí hogar, porque paso más noches ahí que... bueno, no sé; paso casi todo el día en ese lugar. Tengo casi la misma cantidad de polvo en mi chaqueta que los grandes libros sobre la realidad de la vida, (En esta etapa de nuestra existencia, nadie quiere perder la ilusión abriéndolos). Debería empezar a considerar lo de trabajar aquí, estaría haciendo lo que me gusta, y, en caso aparte, me pagarían por ello. ¡Decidido!, iré a buscar los papeles necesarios para ocupar el puesto. Caminaré a casa, de todas formas, no queda lejos.

Soy demasiado ingenuo y visceral, o eso es lo que decía mi madre; si tan sólo no se hubiese ido lejos de todos nosotros... recuerdo que desde pequeño me halaba las orejas por rayar sus libros de Julio Verne, supongo que no le gustaba la manera en que le demostraba mi amor, ya que las increíbles hazañas de Axel, estaban rodeadas de corazones trazados con crayones. Oh, como odiaba esos benditos crayones. Por ellos sentía la mano pegostosa, o mejor dicho, encerada. Sin contar las innumerables ocasiones junto a mis compañeros de colores, donde nos dejábamos llevar por el excite artístico y las paredes se convertían en nuestro lienzo de batalla. Ahora, cada vez que veo una caja de crayolas, me acuerdo de esos momentos, vagamente. No es que tenga una gran memoria ni nada, sin embargo, gracias a mis dotes artísticas, mi cuerpo sufría los enfados de mi madre, y las marcas que quedaban en mi cuerpo, las exhibía como un veterano sus heridas de guerra, (Nota mental: mandarle una postal a mamá por su cumpleaños). Lo bueno es que a pesar de todo, sigo amando a mi madre, aunque la hayan alejado de mí a causa de sus agresiones.

Se me ha ido el tiempo pensando y ni cuenta me he dado de que he llegado al edificio, «¿De quién será este camión», pensé al ver la entrada obstaculizada por él. Bueno como no es de mi incumbencia, mejor seguiré con lo mío. Sólo debo subir las escaleras hasta el tercer piso, evitar al vecino maloliente del segundo, y salgo pitando hacía mi futuro trabajo. Sentí un hormigueo en la barriga y escuché un ruido que provino de mis entrañas, y con una sonrisa hilarante le dije a las cuatro paredes que me rodean: «Creo que eso vino de mi estomago —sobándome la barriga—  supongo que no me va mal un tentempié, aún faltan unas pocas horas para la cena». Vamos a ver qué hay en el refrigerador, y abriendo la puerta de lo celestial  me sorprendí: «Oh, ¡un paquete de galletas! —me permití soñar con el paraíso de las galletas, pero de la manera en que subí al cielo, caí— Como lo suponía, vacío. —mostrando una mueca de desagrado dejé la bolsa dentro y proseguí— Quizá un tomate sacie mis ansias de comer, «¡No! —subí la voz y apreté fuerte mis manos haciendo sonar mis nudillos— Mejor comeré un pedazo de apio... tampoco es que haya gran cosa dentro», y agarrando el de apio con desprecio, lo acerqué a mi boca y vorazmente mordí un trozo de su cuerpo como si fuese una zanahoria.

Me dispuse a salir de mi apartamento, cerré el pestillo con seguro y antes de irme, me quedé observando la puerta de enfrente. Nadie había vivido ahí desde que tuvo lugar la inundación de hace unos diez meses. Estoy seguro de que el camión frente al edificio era de mudanzas. La duda que tengo en este momento es: «¿Quién será mi nuevo vecino?, ¿Qué clase de persona será?, ¿Compartirá sus más oscuros secretos conmigo?», aunque lo tercero estuvo "un poco" fuera de lugar, no me arrepiento de nada, por insignificante que sea. Debería dejar de hablar en mi mente, bueno... no puedo dejar las costumbres así sin más. Saldré a buscar ese grandioso trabajo que está gritando por mi llegada, y desearé tener un buen vecino para conversar, no uno que apeste a colonia barata con pescado putrefacto, se me estremeció el cuerpo de tan sólo pensarlo, Qué asco; odio tener una nariz tan sensible. Dejaré mis pensamientos de lado y me encaminaré hacia mi destino.

   Caminé sin apresuro hacia las escaleras, junto con un sobre manila y la mitad de mi tentempié especial. Las escaleras no opusieron gran reto a mis esplendorosas habilidades físicas. Como de costumbre, aceleraba el paso al pasar por el segundo piso, porque la puerta de ese barbilampiño que me tiene asqueado, se encontraba cerca de las escaleras. Estoy sufriendo mentalmente por nada, ya que la mitad de las veces, no sale a fisgonear. Me sorprendí por lo rápido que engullía el apio, a pesar de todo, estaba bueno. Mientras bajaba la escalera de la planta baja, por la ventana difusa de la puerta, se podía apreciar unas ensoñadoras curvas pronunciadas, de esas que provocan accidentes de tránsito, pero en vez de incitar la pérdida de control del vehículo, esta te hacía perder el dominio propio. Antes de que se abriera la puerta de la entrada, fallé en el cálculo de un peldaño y caí rodando por las escaleras. Desearía no haber metido lo poco que quedaba de mi tentempié antes de caerme, porque se alojó en mi garganta impidiéndome respirar. En ese entonces, recordé al tomate por instantes, ya que me pondría como él. Reaccioné, y luego de regañarme mentalmente, puse mis manos alrededor de mi cuello tratando de sacar lo que me impedía respirar; con mi cuerpo tirado en el suelo boca arriba sacudiéndome de un lado a otro, llegó la desesperación a mi calmados muelles. Haciéndome echar la cabeza hacía atrás, lo que me dio una cierta imagen de la entrada. Y ahí estaba su sombra, asomándose por la comisura de la puerta... y no puedo recapitular poco más de la impresión que me llevaré a la tumba; puede que haya perdido la conciencia en ese momento, o eso explicaría lo que viene.

   Este dolor en el pecho, ¿Por qué será?, me arde un poco la garganta... oh, cierto que me estaba asfixiando con el apio, ¿Qué habrá sido de él?, a lo mejor escapó de mi ese desgraciado. Pude recuperar la percepción en tiempo récord, treinta segundos, aproximadamente. Como seguía tirado en el piso, a mis anchas y obstruyendo el paso de las escaleras, traté de levantarme, pero, sin aviso previo, al buscar el suelo para impulsarme con las manos hallé un objeto frío y esférico que me hizo perder el equilibrio nuevamente. Esta vez no me desplomé gracias a una mano cálida en mi espalda que soportó mi peso, todos los días no se tiene la misma suerte, aunque no me siento muy suertudo en este instante.

—Gracias por sacarme de este lío. —dije mientras pensaba en aquella silueta marcada en la ventana, que por supuesto, tenía toda la culpa de mi desgracia pasajera.

   Aprecié una voz aguda, pero no demasiado para llegar a ser una molestia, la cual dijo: «¡Ey!, espabila, vamos, ponte de pie», y con sus brazos ayudaba a levantarme. Advertí un par de brazos bastante delgados, y, en ese momento, me percaté de que las curvas difuminadas de antes podrían salir de la niebla espesa que mantenía a raya mi corazón de un paro cardíaco, no quisiera imaginar cuantas víctimas se ha zampado ese peligroso camino. La mejor solución temporal era hacerme pasar por ciego, así que cerré los ojos lo más fuerte que pude, y para pasar desapercibido tuve que recurrir a ver a todos lados menos a la persona que me salvó. Coloqué el plan en marcha, ya me encontraba de pie gracias a ella, supongo que es un «ella», porque por lo que he visto, el techo de la entrada necesita una buena mano de pintura y reparar unas cuantas fisuras. Me sacudí un poco la ropa, me agaché y empecé a buscar "ciegamente" la carpeta que contenían mis objetos personales; como no podía ver nada, a causa de mi "ceguera momentánea", recurrí a un último recurso, la «lástima».

—Discúlpeme, estoy apresurado y no puedo encontrar mi carpeta. —dije mientras toqueteaba las cerámicas espirales, y contestó: «Está por acá arriba, en la escalera, te la paso enseguida». Quería llevar la situación a algo irónico así que: «No te molestes, gracias por tu ayuda, ya puedo solo», le dije y seguida de eso, fui a por la carpeta. Ahora si pude ver su color manila, gracias a que me encontraba a espaldas de ella. Pero, haciendo como el que no quiere la cosa, fallaba en el intento de tomarla. Ella, cansada de verme en el "penoso intento" de coger mi carpeta, se entrometió en mis actos para que acelerara mí búsqueda, y de a poco arrimaba la carpeta a mis manos. «¡Aquí estás!», anuncié cuando la tuve en mi poder. Volví a darle las gracias por todo, ella alcanzó a decir que no pasaba nada, y me marché lo más rápido de lo que mis habilidades de escapista me permitieron. En medio del camino a la librería, me percaté de que se me había olvidado preguntarle cómo se había desecho del apio que se alojaba en medio de mi garganta, creo que lo dejaré para otro día, me gusta vivir con esta intriga.

   A mediados del camino a la gloria de los trabajos, se estuvieron desarrollando ciertas tramas callejeras. Amores prohibidos entre ratones y gatos de la ciudad, guerras entre los imperios de las hormigas, y otras cosas absurdas, que no era para sorprenderse. Perdí varios minutos escandalizándome entre las escenas románticas de las que nos disponía la vida cotidianamente; a menudo notar a las parejas en la calle cuando se está soltero es un hecho factible, o más bien, triste. Siempre me lo decía mi tío Harold, ese viejo pervertido me hacía reír a carcajadas, ahora que las risas están un poco escasas, su valor marginal ha incrementado. Estos pensamientos me dejan noqueado de toda realidad, ni me enteré del momento en que llegué a la librería y entregué la carpeta. Solamente espero poder abarcar ese puesto nocturno que nadie quiere, eso debe de ser un punto a mi favor; la mejor parte es que sólo estaba yo en ese lugar, con el encargado presente como de costumbre.

   Durante mi charla con el encargado sobre el cargo que "posiblemente" podría ocupar, la tierra dio lugar a un temblor de un poder exiguo, cuyo propósito existencial era hacerme pensar sobre nuestra fugaz presencia en el mundo. Ah, y su otro compromiso con la vida era derribar al set completo de los libros de las realidades de la vida, que antes tuve la desdicha de nombrar; entre todos ellos, destacaba un enorme libro que se desplomó ante mis ojos, abriéndose de par en par, dándome a conocer el secreto que en su interior guardaba con codicia.

   El encargado, al que conocía desde hace mucho, el mismo que obtuvo la supremacía en el concurso de seriedad enfrentándose un grupo de piedras rockeras; por primera vez, pude ver el estado de nerviosismo en sus numerables tics físicos. Estimando la seriedad del asusto por su comportamiento he llegado a una conclusión: «Estoy jodido», por supuesto que me guardé esas palabras. Johann, así era su nombre, cambió su postura normal de lectura y bajó los brazos a lugares donde mis ojos no pudieron llegar. Su frenesí nervioso se calmó cuando saltó un sonido de la nada, por mi experiencia auditiva, deducía que se trataba del seguro de algún cerrojo. Parece que los papeles cambiaron, él está de lo más tranquilo y la inquietud se posó en mis hombros, ¿Qué estará planeando?, hay mucho silencio ahora que se ha ido el temblor, ¿Será que he fallado a mi primera prueba como empleado?, no lo sé.

—Oye, ¿Tienes algo de té verde hecho? —dije para recrear un ambiente agradable y sin turbaciones en el aire. A lo que contestó: «Mira que con tan mala suerte que llevas... —el comienzo de su oración y ese detenimiento justo a la mitad, me erizó el cuerpo, mientras que mi mente se llenaba de malos presagios, el continuaba hablando— ya no nos queda té, si deseas, puedes servirte un poco de café. Ya sabes dónde está». Logré respirar tranquilamente unos segundos, levanté mi asustado trasero de la silla que él antes me ofreció, mientras andaba en mi universo personal, y fui a por esa taza de café. No estaba lo suficiente caliente para evitarme ir a por todas, pero me contuve en medio de la desesperación, quedé varado observando el marrón oscuro del café que fácil era confundido por el color negro; fuerte e intenso como las peleas de los boxeadores de antaño.

   Percibí una fuerte palpitación proveniente de mi cerebro, parece que mi subconsciente quería mis reacciones normales, recordé que mi gusto por el café era escaso, aparté la taza de mi rango visual y situé la mirada en medio de los ojos café de Johann, desafiándolo. «¿Estás preparado para un nuevo mundo? —preguntó él— si lo estás, asiente con la cabeza —algo que de inmediato ejecuté— la única regla que no debes romper jamás, es contar sobre lo que acabas de ver. Si no tienes problemas con eso, el puesto será tuyo al responder... mas, si los tienes, estoy comprometido a tomar cierto tipo de acciones». Se mantuvo un silencio perturbador por unos segundos, y contesté: «Sé que no estoy preparado, sin embargo, con urgencia, debo aceptarlo —apreté mi mano derecha— Aceptaré esto, a lo que denominaré mi aventura. Y no, no tengo problemas con guardar este secreto. Pero para poder retenerlo, debes darme un recorrido que esté a su altura», nunca estuve tan seguro de unas palabras en mi vida. Esta oportunidad que me brindó el destino es la que colmará de emoción mis días aburridos. «¿Puedo fiarme de tu palabra?», me preguntó cubriéndose la boca con sus manos. «Deberías tomar en cuenta el largo tiempo que paso en este lugar Johann», intenté recurrir a mis cualidades de negociador. «El engaño puede tomar días o años en establecerse... —dijo él postrando su mirada en mi determinación— pero cuando ya conoces a los mentirosos, se tardan segundos en sacarlos a la luz», hizo una breve pausa para bajar nuevamente su mano, y en segundos, pude apreciar el sonido de la libertad, no obstante, él seguía diciendo: «Conozco muy bien a los mentirosos, y tú no eres uno de ellos —mi corazón se apaciguó— ahora como parte de nuestra plantilla de empleados, deberás demostrar lo que vales, y no te diremos de qué manera hacerlo. Ve a descansar y vuelve a las seis en punto, a esa hora empieza tu turno», y agitando las manos con un vaivén, me señaló la salida.

Cuando acepté esta "aventura", renuncié a las posibles calmas entre mis pensamientos, es muy acertada la casualidad de que empiece a enloquecer; pero, a la final, tengo una aventura, mas no me acuerdo haber deseado una. Apacigüe mis movimientos y me dirigí hacia la puerta, con la leve ambición de descansar un poco y preparar algo para comer. «Por cierto —Johann interrumpió el silencio que él mismo había ocasionado— sería conveniente para mí, si vinieras media hora antes, para enseñarte lo que harás, dejarte las llaves e irme», a lo que, instintivamente acepté sin pestañear. «¡ey! Sebastián, si quieres traer tus lentes de lectura, puedes hacerlo, tendrás mucho tiempo libre, te lo aseguro». Es la primera vez que alguien pronuncia mi nombre en esta semana, supongo que desde ahora, tendré esta sensación de calor todos los días. «Está bien, Johann —mi subconsciente activó la secuencia de respuestas prediseñadas— gracias», y salí de ese lugar, por un par de largas horas.

Siguiente capítulo: "Desviación de la realidad".

viernes, 13 de noviembre de 2015

Maldita confusión.

Tomo papel y lápiz para escribirte una carta... Lo que nunca te dije, la quemaré al finalizar, nunca sabrás de ella, sin embargo anhelo que sepas que me hielas hasta los huesos con tu podrida indiferencia, no es junto para mí, tu falta de coherencia. Abrázame y cállame con la timidez de tus ojos, es imposible lo sé, pero tu mirada me arropa y me quita el frío que tu mismo provocas. Es relativo como esa cadena de variables que destrozan mi vida pueden recuperarla de nuevo, no eres lo que yo busqué, más eres con aquello que tropecé por causalidad, si porque no creo en las coincidencias, todo pasa con un fin especifico.

Tengo ganas de que me utilices como un objeto y luego me enamores, eso quiero; no me importaría perder, porque seria contigo. Contigo mendigo de día y rey en mi edén al atardecer, apostaría todo a ti porque ya en mí no hay que ganar o perder, simplemente me neutralizas. 

Deseo perderme en tu piel como una gota de sudor extinta, deseo quedarme grabada en tu corazón hasta que hallemos el último número de Pi, hasta que yo deje de ser tu amante y pase a ser tu amada, porque si algo que tengo muy claro caballero, es que sé donde estoy parada, y en este momento el terreno que piso es prohibido, quizás por ti o por mí, eso se lo dejo a tu conciencia.

Dulce frenesí despiertas en mi mundo, dulce tentación de comerme mis prejuicios. Oiga mi señor de cabello canoso ,—En mis sueños te llamo así—, Cada quien elige como martillarse la vida, algunos con vicios y otros con amor. Tú mismo eliges con quien complicarte la vida, no me hago promoción, pero soy un vicio insaciable, eso que deseas y no lo sabes aún.

Salta a nuestro abismo y ven conmigo.

Querer queriendo.

No quiero conocerte, no quiero saber cuales son tus gustos, tu color favorito, tu lengua, tus malas o buenas costumbres, no quiero saber si ríes por todo, o si lloras por nada,  no quiero saber cuan profundo es el vacío de tu corazón, no quiero saber de tus amores o desamores, no quiero conocerte porque sé que me voy a desilusionar y, no lo tomes a mal pero, no quiero conocer tus ángeles ni mucho menos tus demonios, no soportaría perder la imagen que a simple vista me grabé de ti y, es que a veces suele suceder que, mientras menos conoces a una persona más la amas o quizás la odias menos, —Lo digo por mi—. Realmente si me conocieras sería de total desagrado para ti, no pienso definirme, me da jartera. 

Quiero que seas feliz y acepto que no será conmigo, yo sólo quiero que ésta noche hagamos el amor con nuestras miradas, sin hablar, sin público o mucho regodeo, quiero quererte por lo que eres hoy, mi presente y no mi futuro.

jueves, 12 de noviembre de 2015

No son tonterías.

¿Y yo?... ¿Para qué existo?, ¿Seré un espejismo?, ¿o sólo la corazonada de alguien triste? puedo estar acá por diversidades de motivos, aunque, sin embargo, decidí estar en este lugar, en este preciso momento, para que mi alma se postre ante ti. 

No tengo necesidad de otras palabras para decirte lo que siento en este momento, sólo observa estos humillados ojos, analiza mi respiración y toca con tu mano tan suave mi tosco e iluso corazón. Sólo necesito que mi cuerpo, en diez segundos, te demuestre lo que por años he sentido por ti.

Mi vida estará calmada contigo, pero si no estás... seré el desastre que en este momento sin ti, estoy siendo.

El amor será amor de donde venga, de quien sea o de qué... pero si no se le da forma a un amor ajeno, éste se convertirá en una desilusión transitoria. Y no deberíamos pensar que la transición será de la desilusión, porque ella se quedará con su huésped, arraigada, en cambio, la atención que se tenía al recibir ése amor innato, sin ningún aviso, se irá. Nunca volverá, y cuando lo hayan perdido, quizá lo extrañen, pero, nada es seguro.

Todo puede pasar, aunque ese ‹todo›, en innumerable de situaciones está limitado a ser nada.

martes, 3 de noviembre de 2015

No tengo la menor idea.

He seguido un camino. En eso podemos concordar muchas personas, deberíamos tener eso en común, aún si se han quedado a la deriva en algún sitio o pensamiento. A pesar de no ser iguales en todo, tenemos muchas semejanzas de las cuales podemos empezar una amigable charla. Sería extrañamente agradable llegar a un lugar y decirle a la primera persona que te parezca interesante: «—ey, ¿qué tal está el aire que respiras hoy?». Sin embargo, eso nunca me pasará, en el nunca jamás de los jamases nunca, es demasiado tierno e incompatible con las mierdas de personas que llegamos a ser, aunque sólo en ocasiones, cuando las situaciones sobrepasan nuestras personalidades cálidas, transformándonos de un oso de peluche a uno de verdad con mal aliento y lleno de baba. 

No hay trucos, guías o pasajes secretos a la felicidad. No permitas, en ninguna circunstancia, ni la más remota posibilidad de que alguien te haga feliz. Aunque esto es cosa de cada quién, no deberíamos colocar nuestra felicidad en alguien, (Los padres pueden inhibir éstas reglas, si quieren llamar reglas a lo que es un consejo).

— ¿Por qué no deberíamos poner nuestra felicidad en manos ajenas? —preguntó el indeseable de la clase.

Quizá merezcamos un poco de sufrimiento, sin embargo, si llegaras a colocar una señal de que existe un barranco al final de la vía y nadie le hace caso, la sangre no salpicará en tus manos, y en vez de sentir alegría por tener la razón, sentirás vergüenza ajena. 

Haré como si tuviera un detonador en mis manos, éste dichoso aparatejo tiene dos botones; sí, es simple. Enseñaré las cartas que llevo bajo la manga y les diré que un botón los hará felices, no hay razones ni motivos para sentirse felices, lo son porque yo quiero que sean felices, y ya. Pero, aún hay otro botón... no los pondrá a bailar o a hacer cualquier clase de locuras. Éste botón, se enlazará a su lado triste, y cada vez que me de la maldita gana de que sufran, sin motivo aparente, lo presionaré. Así conocerán el poder, porque nadie nace con el poder, (Aquí es cuando piensan en que los hijos de los reyes sí nacen con poder, pero no). El poder es algo curioso, como la mayoría de las cosas que los seres humanos han inventado, (Me incluiría, pero no soy más que un peso para la sociedad, y realmente no me importa). El poder es eso que otorgamos a alguien, y si alguien nos inculca eso, también cuenta; cuando hacemos esto, no exponemos a innumerables actos banales hacia nosotros, (Véase que ese "innumerable" se usa cuando no sabes sobre la capacidad de las personas). 

Yo nunca podría dar consejos sobre «cómo vivir la vida», tampoco de «cómo perderla». Sin embargo, puedo mostrar por medio de palabras, la persona en la que me he convertido; ya sea por las situaciones que han podido repercutir en mí, o las acciones que he tomado en determinado momento.

En un resumen general, todo se convierte en amor, y como amor es vivir, (A según el diccionario mental de Francisco). Entonces, deberíamos dejar de obviar esas palabras en nuestra mente y hacerles caso, por algo están ahí, para ser ignoradas y hacer los que nos dé la gana.

viernes, 30 de octubre de 2015

Un lugar lleno de tristeza.

Quiero escribir algo hermoso aquí, llenar de lágrimas mis dedos cuando lo haga; de felicidad, si preguntas su material de origen. Sonreír en cada letra marcada y susurrar recuerdos entre paréntesis. Amar cada palabra y por ende, transmitirla para que luego sean abandonadas; hasta que mi vaga mente desee recordar lo que sentía en ese momento de «inspiración». 

Soñé tantas cosas contigo, disfruté cada pedazo de sueño, pero, el final nunca pude saborearlo. Entregándole la razón a mi agitada memoria, tampoco quería tener un final para nosotros. Eras perfecta con tus errores y yo risueño con mis defectos. Nos amábamos tanto que no pudimos evitar tener un final drástico y no tan poético como los grandes romances, sino, como los mayores fracasos. Anhelo paz en tu existencia, como tranquilidad en mi mente; porque ahí, todo es un alboroto por ti. La mayoría de las personas suelen intimidarles el rechazo o el abandono, pero, ciertamente, lo trágico no son las pocas lágrimas que rozan sus mejillas, ni los golpes irracionales hacia cualquier objeto o persona. Lo trágico sería aquello que puede destruir ciudades emocionales enteras, sería enamorarse de su recuerdo, idolatrar su ausencia, e ignorar sus necesidades emocionales para pensar en esa persona que nos hace tanto... pero tanto daño.

Si me preguntas, no es que sea un experto, sin embargo, para mí, lo peor, no es terminar. Sino, nunca poder olvidar los sentimientos que aún llevas dentro... sin derecho a demostrarlos.

Es algo innato, pero, suelo llevar lo hermoso a un lugar triste.

lunes, 26 de octubre de 2015

Buenas [Notificación]

A todas las personas que puedan leer esto, tengan en cuenta de que hoy me robaron llegando a la casa (Muy cerca de ella, es lo que más me molesta), y pues, ya no tengo teléfono... ya veré que hago.
Saludos.

viernes, 23 de octubre de 2015

Dulce Soledad.

Déjame callar esto, déjame tranquilo en este silencio que te aterra tanto. Estoy bien. No necesito nada más que estar a solas con mis pensamientos. No tengo la propiedad de elegir cómo sentirme, perdí eso hace mucho mientras desentrañaba mis sentimientos y alguien vino con una sierra y le hizo un gran cariño de tal intensidad que aún siento latente el dolor. Misericordia, —suspiro—, es una palabra que no viene al caso, ni tengo idea de por qué relucí su ausencia, y aún sigo solo, es lo que quería. Me siento, y pienso en ti; me levanto, sólo para olvidarte, pero en algún momento mis piernas se cansarán y mi única salida sería acostarme, pero eso significaría mi muerte, y no puedo morir, porque quiero estar solo. 

Quiero pensar el por qué de mi querer y las razones de mi insistencia. La brevedad inunda mis pensamientos aleatorios, no poseo dominio entre ellos. Podrían hacerse llamar mi: ‹alter ego›, si es que quisiera colocarlos como actos involuntarios en vez de lo que son, estrellas fugaces de mi mente, variables significativas en mi subconsciente. Y por si no saben quién es el ‹subconsciente›, es aquél que te conoce mejor que tu propia madre. Para el subconsciente coloco ‹quién› en vez de ‹qué›, porque se ha ganado ese respeto, y nadie estaría en desacuerdo. Para hablar, no necesitamos ser inteligentes, razonables, ni mucho menos amables; pero, para entendernos, creo que sería ligeramente necesario, aunque, como ya lo he dicho antes, hablo, (en sus mentes), chapuzas sin sentido.

Éstas son palabras, como ya se han podido dar cuenta, sin embargo, están en un orden "aleatorio", como los planetas en el espacio; donde mi mente trabajó para crearlas desde la nada, desde pensamientos profundos y efímeros, hasta las tonterías que ni a un niño se le ocurriría decir por miedo a quedar en pena. Es interesante ver cómo se comportan las personas, algunas predecibles arraigados a sus propios compromisos de su personalidad, y otros un tanto evasivos al comportamiento continuo. El segundo tipo, suelen ser más interesantes, hasta que te percatas de la inutilidad en el esfuerzo que haces al intentar comprender sus hábitos, creencias y ociosidades; tal vez caminaste por el sendero equivocado y en vano, pero aún no es tarde, puedes pasear con esa persona y dejar de comprender, para empezar a vivir junto a él. De qué serviría pasar tanto tiempo analizando sus acciones y perder la vida en ello, o peor, a esa persona que tanto anhelas tener en brazos. 

Deberíamos empezar a vivir, pero yo, debería seguir estando solo, es mi decisión. Si quieres unirte a la causa de la soledad, ella siempre estará disponible cuando la necesites. Y si ella te necesita algún día, no dudes en ofrecerle un abrazo y limpiar sus lágrimas, en todo caso, hasta la soledad necesita compañía, por eso nunca la quiero dejar sola, porque ella siempre ha estado a mi lado, amándome, y yo, a ella. 

martes, 13 de octubre de 2015

Soy el chico de los ojos miel.

Ya dejé de buscarte.

Siempre he odiado salir de mi encierro. Prefiero el confinamiento de estas cuatro paredes que estar fuera de aquí y creer que eres cualquier chica que llame mi atención. Déjame aprovechar que soy hombre y decir que esto, es cosas de ‹hombres›, eso de fijarse en cualquier chica. Pero, no es tan placentero como parece. Es una tortura, y muchos podemos asegurar eso, porque no me siento el único en la vida que pasa por problemas similares, peores o tan increíbles que no podría ni inventar un buen ejemplo sin tocar lo inverosímil. Ya me he cansado de esto, estas palabras, éste sentimiento, ésta angustia... éste dolor que no produce voces en mi ser ni mi alma. No es un dolor cualquiera, es la peor de las torturas, imagínate que enmudecieran todas tus emociones. ¿Qué sentirías?, ¿A quién acudirías?, ¿Llorarías o reirías? No lo sé a ciencia cierta, pero ya he hecho un poco de todo, y sigo sin saber qué hacer.

No pido tu auxilio.

Quisiera pedirle un deseo a una estrella fugaz y al siguiente día tener la habilidad de poder borrar cierta parte de mis recuerdos cada vez que lo desee. Sé que es triste no poder recordar tus errores, pero, es aún más doloroso sentirte tan cerca, percibir el olor de tu fragante cuerpo y no poder siquiera decirte ‹Hola›. Duele, sin más medida, duele. Pero, éstas son sólo palabras. Pueden transmitir lo mejor, lo peor o la parte crucial de nuestras vidas, la verdad o las mentiras, sin embargo, son sólo palabras; no te dañarán, ni perjudicarán la más mínima parte de tu vida, sólo transmiten la verdad que siento y, aunque ésta fuese mentira, diría mil y un veces que es la verdad que hay en mí y nada más.

Me encantaría poder borrar todos tus recuerdos como ya lo he mencionado antes, pero antes de hacerlo, quisiera retractarme de mis ideas acerca de ello. Si las palabras sólo son palabras, entonces la vida sólo es vida. ¿Y qué es de la vida sin un poco de contratiempos?, ¿Sin desastres personales u horrores catastróficos?, ya no sería vida; sería una especie de conveniencia personal donde todas y cada una de las cosas que deseamos aparezcan sin esfuerzo alguno, que todas las puertas de este mundo las consigamos abiertas de par en par y lleguemos a mandar así sin más. Si hay una razón del porqué mi ser sintió tanto amor por ti, es porque me conquistaste incondicionalmente, no me dejaste escape alguno, y en esta situación, no necesitaba un escape, necesitaba que fueras esas cuatro paredes que encierran todo esto que llevo dentro, tan inestable.

Seguro que mañana saldré otra vez, y sin perder tiempo te diré que no intentaré buscarte por ningún medio, sin embargo, si quieres venir y conocerme, te aseguro, que serías lo mejor que me va a pasar en la vida. Y aunque no tengas idea de como soy, sólo te diré que soy el chico de los ojos miel.

viernes, 9 de octubre de 2015

¿Debería decir algo más?

Siento que me faltan miles de cosas por decir, pero nunca logro concertar el momento ni la persona indicada para decirlo. Me cuesta terminar esas cosas que tanto quiero, quisiera que se alargaran hasta no poder imaginar el final. He perdido muchos miedos a lo largo de los años, como ‹pedir alguna indicación en la calle› o ‹decir lo que realmente pienso›; aunque lo segundo no es del todo cierto, pero lo intento y es lo que importa. Pero a veces no es suficiente con intentarlo, y para personas más exigentes, no es ni suficiente lograrlo.

No escribo para cambiar el mundo, ni mucho menos hacerlo mejor, porque no basta con sólo escribir para que todos pensemos en las cosas que nos hacen falta desarrollar. No es suficiente con apoyar una causa, porque si nos vemos al espejo, no hacemos nada, ¿qué aportamos?, ¿Apoyo?, eso no es para nada suficiente al intentar cambiar a este mundo. Si hay alguna cosa que pueda cambiar a este mundo, será su misma destrucción.

Pero ¿por qué aferrarnos a esas cosas tan frías y devastadoras?, si puedes quedarte en tu casa a ver ese partido o concurso de belleza que tanto te gusta, tu libro preferido o aquella serie hipnotizadora que llevas meses esperando con ansias. No estoy acá para hacer todo más ‹agradable a la vista›, estoy acá para colocar tantas palabras como mis dedos y mi mente me permitan expresar mediante mi entendimiento. Y aunque éste no sea el más correcto, cierto o verdadero; pero soy libre de pensar en todo lo que quiera, como ustedes. Supongo que si lees esto, es porque estás interesado o prorrumpiste de la risa, sin embargo, no será relevante si no comentas con la certeza que crees tener en tus ideas. Realmente, ¿tienes algo para decir? Olvida tus miedos, tus penas y tu egocentrismo por un momento y deja fluir a la persona que llevas dentro; no estoy hablando ,‹o escribiendo›, de esa que le muestras a todos, esa que es feliz o triste según tu conveniencia. Hablo de aquella cara tuya, que cuando te encuentras con la soledad besando tus mejillas, te echas a llorar o a partir de risa con ella, porque es tu más fiel amiga, aquella la que nunca te abandona.

Y ahora, sin más preámbulos,  tal vez podrás decirme... ¿En qué piensas? 

sábado, 3 de octubre de 2015

¡Tengo un corazón!

Desconecté mi corazón, no sé si sea para siempre, pero lo cerré para cualquiera que merodee cerca de él. Yo estaba ciego, y aunque no haya abierto completamente los ojos, hoy me he dado cuenta de que no le he dado la importancia suficiente ni mucho menos la atención que debería de darle a mi tonto e iluso corazón; aunque él no sienta más que sangre pasar por su cuerpo, y que mis sentimientos estén en el cerebro, seguiré diciendo que mi corazón no está abierto. Ya terminó su larga jornada de sufrimiento y necesita descansar aunque sea por unos años. 

Decidí protegerlo de todas esas amenazadoras fantasías con extrañas en la calle, por algo, era iluso; decidí quererlo por sobre todas las cosas, ya que él me hace ser quien soy. Nunca más volveré a dejarlo solo, estaré a su lado siempre. Lo golpearé cuando necesite recapacitar los actos que provocan en mi persona, y cada noche soñaré junto a él. De no amarlo, no podría tenerlo pegado en mi pecho cada día, lo arrancaría si lo odiara, pero no es el caso; es como un niño pequeño, se cae y sus rodillas salen perjudicadas en el pavimento que es la vida, cuando eso pasa, suelo encerrarlo en su cuarto y castigarle para que medite sobre sus acciones.

¡Pero estoy haciendo mal!, debería limpiar sus heridas, tomar su pequeña mano y decirle que todo irá bien, proponiéndole: ¡corramos juntos esta vez!. Si llegamos a caer, nos levantaremos, nos limpiaremos la ropa y caminaremos hacia el atardecer, si es que hay uno. Pero si llegamos a encontrar eso tan digno del amor, nos ataremos a el como un niño sujeto a las piernas de su padre cuando debe irse al trabajo. No pelearemos más, refutaremos nuestras premisas hasta que lleguemos a un buen argumento, luego de eso nos abrazaremos y nos tiraremos al suelo, si tan sólo pudiéramos volar como en nuestras mentes no estaríamos aquí, ya estaríamos en búsqueda de nuestro amor eterno.

jueves, 1 de octubre de 2015

¿Volverías por mí?

Vuelve, sé que ya te has ido y a según es para siempre, vi ese paso en falso antes de cerrar la puerta y marcharte. Aún quema dentro lo que por años fue nuestra hoguera, si no la has visto, sigue encendida, he estado protegiendo sus pocas llamas con mis manos sin importar quemarme, un intento absurdo, pero prefiero agarrarme a una saliente del risco y pensar que al menos lo intenté hasta el final, odiaría haberme rendido de una manera tan insulsa. Por eso te propongo éste trato, vuelve y cometamos tantos errores como podamos en nuestro pequeño y singular mundo; dejemos las dietas, ¡engordemos!, corramos hasta que no podamos levantarnos y tengamos que acostarnos en la mitad de la acera donde la gente nos miraría raro, sin embargo, te veré a tus hermosos ojos marrones como la primera vez que descubrí mi amor por ti.

No fue el primer día que te vi, o la primera vez que hablamos, quizás el día setecientos después de nuestro primer encuentro de miradas, pero, eso no cambia el hecho de que te ame con todo lo que tengo, con todo lo que llegaré a poder darte, te daré los impuestos de mi vida y te haré acreedora de una cuenta de ahorros, para que puedas sacar lo poco que hay de bueno en mí, ya que tú lo haces posible, tengo sentimientos gracias a ti.

Si no quieres volver, no habrá otra salida para mi tristeza, se apoderará de todo lo que podría ser tuyo; la tristeza encontrará el camino para joderme la vida. Tarde o temprano moriré sabiendo que hubiera estado mejor a tu lado, lo bueno de esta situación es que si no existe un cielo, moriré en paz, pero si llego a aquellas puertas blancas solo, seguro que me iré al infierno por cuenta propia; no quisiera incomodarte en el cielo, porque mientras tú eres un ángel, me correspondería ser el que azote la paz en el mundo.

Elegiría una vida llena de alegría para ti, que una vida feliz sin ti. Aunque tenga que soportar los castigos inimaginables que pueden provocar los pensamientos en los que a ti conciernen. ¿Te extrañaré?, si, cada día de mi desechable existencia, porque sólo soy un repuesto para tu felicidad, un dador solitario, no busco nada de ti pero te daría todo.

Piénsalo, si estás conmigo, nunca me separaré de ti, pero, si me rechazas, nunca podrás deshacerte de mí; tú eliges, pero el destino ya nos unió, y nunca podremos escapar de él, me aseguraré de ello.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Tu perdición.

Amarte con esta soledad que tengo, no es fácil, pareciera, pero no lo es. Quisiera decirte tantas cosas que me callaré por el poco de dignidad que siento tener, pero que no tengo; lo importante es que al menos lo siento, ¡Siento algo!, no como personas de las que ni su nombre quiero acordarme. ¿Por qué eres así de despiadada?, tendrás tus motivos, sin embargo, activaste las barreras con un indefenso conejo; no lo digo porque crea que soy tierno y esas cosas disparatadas, cursis y complicadas. Tenías que entender mi posición hacía ti, era tu aliado, tu amigo, tu confidente, tu amante pero... para ti, yo sólo era tu perdición.


viernes, 7 de agosto de 2015

4992

Un número raro, pero estaba en la hoja donde me encontré esto escrito por mí que claramente no me acordaba de su existencia. Lo del significado del número, mucho menos me acuerdo.

Sin título.

Me iré, y no he de volver. Mi corazón no existe en este mundo y mi mente está en otro estado geográficamente. Descompuesto estoy, pero mi alma, te encontrará al final.


La gota.

Una gota salada roza mis labios, mi lengua curiosa de su sabor sentimental acerca sus papilas y la prueba para percatarse de que no iba a ser como lo imaginaba; pero la garganta traga aquella gota salada que busca morir ahogada dentro de mi ser.


Sin título.

Cuando pueda amar otra vez y la encuentre, buscaré en cada rincón todas sus sonrisas, detendré con una foto cada mirada tierna y enmarcaré todos nuestros errores, para hacer de ellos nuestra fortaleza. Reiré a carcajadas con cada mal chiste de buenas intenciones y soñaré con verla a mi lado todo el tiempo que pueda permitirme. Cada mañana al despertar, la buscaré con ansias en nuestra cama, despertarla con un gran abrazo acompañado de una sonrisa y buenas esperanzas; pero si no está, me quedaré pasmado con el olor que dejó su piel en las sabanas. 

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Es viejo pero es mío, y ahora es de nosotros. Un placer estar aquí para ustedes.





domingo, 2 de agosto de 2015

Sorpresa no tan sorpresa. (Imitando a GR)

Sé que no estoy escribiendo mucho últimamente, deberán disculparme. No podría darle razones que no alcanzo a entender. Hablando de otra cosa, no quería que esto fuera secreto, pero escribiré una historia en segundo plano, a parte de Ojos Grisáceos. La publicaré junto con el capítulo final de OG, del que no tengo ni idea de cuando terminará.

Le deseo una feliz noche a todos, gracias por leer.

miércoles, 29 de julio de 2015

Aun así, me enamoré de ti.

Luces apagadas y un enorme camión de recuerdos es todo lo que quedaría en mi despedazado corazón; por supuesto que te amé con toda intensidad, sentía al calor de mi cuerpo robarse el frío del tuyo, amaba esa sensación como no te lo imaginas. 

De lo mucho que hemos recorrido juntos, lo que más extraño de ti es tu implacable olor; se apegó a mí como la espina de una rosa cuyo sentido existencial era hacerme daño, sin embargo, su hermosura me hacía caer en la tentación de acercarme más y golpearme con la torre en donde te protegías. 

Suelo ser interesado, pero no dañaré a nadie ni engañaré por ello, esa no era tu política, tenías que engancharme como cebo y tirarme al mar para ver si de algo te valía mi estadía en tu vida; llegaste a entender qué no era suficiente para ti, querías más y no podía costearme ese lujo.

Te fuiste lejos de mí, creo que es lo mejor que me ha pasado, me enteré años después cuando mi agonía casi acaba con lo que quedaba de mí; tengo tantas razones para odiarte que decidí dejarlo a un lado y empezar a entenderte. 

Las decisiones que ejerciste y con seguridad asumiste, me hicieron pensar qué a pesar de todo fuiste valiente, sin dejarte aplastar por los demás; mas no todos querían someterte sino caminar junto a ti, algo que yo deseaba más que la paz en este mundo. No me dejaste de otra que empezar a olvidarte, por eso escribo esto, no te necesito en mi mente ni en mi vida, pero aún así, aquí estás, torturándome.

Por una vez hazme un favor y, aléjate de mi mente, porque ya tienes suficiente espacio en mi corazón.

jueves, 23 de julio de 2015

Imagíname si vivieras.

Más de una vez he llorado por ella, siento que no podré volver a sentir lo mismo por alguien, es imposible, los sentimientos se van y no volverán; no serán iguales, ni en lo mínimo de la posibilidad. Se sentirá igual que antes, pero es drasticamente diferente, algo que me hace pensar en estar completamente solo en mi vejez, quizá con amigos y familiares, pero no con la mujer de mi vida. Ella no existe para mí, en este momento no se si respira, pero en cuanto la conozca seguro que le diré: "¿alguna vez te has preguntado si las estrellas tienen emociones?, yo no lo sé, nada más pensarlo me hace creer que si ellas pueden hacerlo, no hay nada que nos detenga en este mundo para ser felices juntos, aún si tengo que sacrificarme por tu bien". Tal vez no use esas mismas palabras y se lo diga con la mirada, porque ella robará toda mi atención, y no dejaré de pensar en ella ni durmiendo; es algo excesivo, sin embargo, espero que ella también piense en mi de esa forma tan peculiar, sin poder vivir el uno sin el otro. Pero esto es nada más que un sueño, una meta más para tener incompleta y colgarla con las demás; deseo, plenamente, equivocarme de que esto sólo sea un sueño.


miércoles, 15 de julio de 2015

Soledad.

Un cálido abrazo que me lleva a la desesperación, una mirada perturbadora en las sombras del infinito, un momento a solas contigo y me vuelvo dependiente; no sé por qué te llaman soledad, si me haces compañía en mí tormento. Con tus aguas calmadas puedes apaciguar hasta el más frío de mis pesares, sin siquiera ser descubierta; siempre escondida, detrás de la felicidad, sacrificándote por los que somos de esta manera, desamparados de la sociedad y protegiéndonos a costa de toda maldad.

sábado, 11 de julio de 2015

Espíritu de hojas.

Solo, me siento solo. Mi alma está seca desde que te fuiste, no volveré a ser el mismo, todos lo saben e intentan ayudarme, pero lo único que hacen es complicar su vida, porque la mía ya está en un punto sin retorno; le falta la llama que desde un principio encendió mi espíritu y apaciguó mi alma. Ahora no puedo decir lo mismo que antes, estoy descontrolado, no sé quién soy ni en donde estaré en unos cinco años. Puedo decir que ya no ha de importarme; me vale lo que me pase, si me atropella una comida o me enveneno con un auto, no me sorprenderé o quizá tenga que voltear mi manera de ver las cosas. 

Sigo esperando el día en que entres por esa puerta imaginaría y me des un beso, uno tierno y caluroso; porque soy pobre de abrazos y caricias... sin hablar de sentimientos. Supongo que es por mí, no necesito eso, o sí, aún no lo sé. Algún día mi mente y corazón estarán de acuerdo con mi razón, en ese instante, seguro que seré feliz, o eso creo, la felicidad no es algo que llega para quedarse, al igual que tú... pero sé que en otra oportunidad podré probar la felicidad, en cambio, nunca más podré saborear tus labios.

Cuando me siento solo y no puedo más, escapo de mi realidad, ¿todos lo hacemos, no? Sin embargo, no es suficiente. La soledad puede producir su propia nicotina y hacernos viciosos de ella, ya no queremos estar con nadie, no nos importa ni lo más mínimo la vida a nuestro alrededor, ya no nos hacen falta los demás... triste, pero real. Si nadie nos saca de ahí, estaremos perdidos, como espíritus débiles. Al comienzo seremos como hojas formando un árbol de adversidades y soledad; con el pasar del tiempo y una gran ayuda de nuestro peso caeremos en un vacío sin retorno, con un desplazamiento lento y desesperante, como es la vida de una persona triste.

miércoles, 8 de julio de 2015

Lo que me queda por decir.

Te amo... quizá no merezca este sentimiento, pero, quiero decirle a todos, gritarlo, hacer una gran pancarta y pegarla en un puente para que todas las personas lo puedan ver, quiero que tú lo veas; si soy sincero conmigo, me basta con que tú lo sepas. Me harías el hombre más feliz de esta vida, sonreiría hasta en mi funeral y tatuaría esa expresión en mi rostro para cuando vengan a saquearme los ladrones de tumbas y experimenten con mi frívolo cuerpo; sin embargo, no me importará, porque ya he sido feliz al amarte y eso no cambiará mi estado de animo por nada que me puedan hacer en esta o en otra vida.  

Te amaré, porque es lo único que me hace feliz, lo que con desespero me levanta por las mañanas, las locas ansias de verte y decirte lo tanto que me ha sido gratificante tu estadía. Me encanta el olor de tu cabello al despertar, es como la droga más exquisita, pero con un poder de adicción más fuerte; tus labios rojizos, sin ningún labial que lo opaque o pueda compararse con tal magnificencia; tus ojos cafés, tan serios y misteriosos simultáneamente, pero demostrando cada sentimiento como si me lo gritaras a la cara tan sólo verme. Sin embargo, hay algo que va más allá de todo lo poco que he nombrado de ti, y eso es, tu sonrisa... a primera vista es simple y encantadora, pero después de unos segundos empiezo a perderme en ella, de la que no puedo salir, sin quererlo demasiado.

Cuando llegue el día en que no he de pensar en ti, será el día en que yo muera... porque cuando de amarte se trata, paso cada rato con tu memoria en mi mente y mi esperanza en tu corazón.

martes, 7 de julio de 2015

Simplemente complejo.

No sé qué le has visto a éste caparazón desperfecto, no lo entiendo. Tú, mujer divina, para no entrar en detalles, eres la mujer ideal para mí; no te llamaré perfecta, ni mucho menos te colocaré en un altar, porque te quiero aquí conmigo y no por encima de mí. Sabes, las personas que nos rodean, tienen tantas ideas erróneas en la mente qué certezas en el corazón, y eso le dolería a cualquiera quién tuviera consciencia; deberíamos aprender a confiar en las personas que amamos, por igual o someramente de lo que sabemos sobre la vida y sus consecuencias. Porque a fin de cuentas, ¿si sabemos demasiado y estamos solos? ¿de qué nos servirá?; Pero por otra parte, ¿si confiamos en alguien y no tenemos conocimiento de nada?, ¿a donde nos llevará o cómo podremos ayudar a nuestra alma gemela?, piénsalo.

No hay que abusar de las cosas que tenemos, sin embargo, tampoco las dejemos caer por bajo de la media, ya que debemos mantener un equilibrio constante sobre lo que es bueno y malo; nunca sabrás cuando harás mejor siendo malo que bueno y así con su viceversa.

--jaja yo también te amo-- < Esto lo escribió Genesis, lo sé, es hermosa.> Espero que estés bien, linda.

Y esto que estaba escribiendo, no lo puedo terminar, ya no soy la persona quien lo escribía.

Disculpen las molestias si no es de su agrado; Buenas noches.

lunes, 6 de julio de 2015

Mi amor a tu distancia.

Te conocí un día de julio, estrechamos manos como el mundo acostumbra, para mí no pasaste desapercibido, nuestras almas se saludaron, no pienso decir que fue como si nos conociéramos de toda la vida, sería nefasto y repetitivo, más bien fue como si te quisiera recordar por toda mi vida, déjame decirte que llevabas esa mirada electrizante que tanto amo, tu sonrisa no la descubrí, pues la guardabas para una mejor ocasión y entiendo.

Pasamos años y meses conociendo a personas, familiares, vecinos; pero simplemente cuando conocemos a la persona correcta el tiempo no tiene valor, lo digo por mí, te conocí y fue mágico, sólo dos semanas bastaron para quererte, dos simples semanas. Compartíamos poco con palabras, pero con la mirada nos hacíamos el amor, era abrumadora la química que emanábamos.

Nadie podría creer lo que en secreto nos decíamos, lo que más me gustaba era la adrenalina que implicaba estar contigo, -escaparnos-, eso era increíble. Fue un invierno de mucha fogosidad, muy a pesar del frío supiste mantener la temperatura de mi ser. Verte trepar por mi balcón con el simple fin de decirme –Duerme bien, bonita—, disimular ante la gente, ¿Qué hay de nuestras peleas? Eran agresivamente tiernas. Fueron cosas justas para un amor de adolescentes. Buenos momentos. Quizás no habrás experimentado con mi cuerpo, pero si mi corazón.

Han pasado dos mal habidos años, pero aun recuerdo el día en que te despediste de mí, no fue una despedida de película, con el famoso “regresaré por ti”, fue más realista, me dijiste adiós sin explicación, besaste mi mejilla y tomaste mi mano para besarla también, todo un caballero, mi caballero que retóricamente ya no era mío. Con el tiempo entendí que, hay caminos y corta fuegos, los caminos representan lo que debemos seguir, eso que nuestros padres y familiares quieren para nosotros, y los corta fuego son esos pequeños atajos que tomamos para ser felices por pequeños momentos. Hoy cuando recibí esa llamada y oí tu voz, se despertó todo lo que en mí dormía, deseo, pasión, ganas de llorar, de vivir otra vez. Tu voz, la trompeta de partida para mis emociones, mis tímpanos se endulzaron con la miel más fina, con la savia de tu voz, mi corazón dejó de latir cuando escuchó ese “Te amo” de tu voz y fue así como comprendí aquella frase irracional que tenía guardada desde que te habías ido-Un te amo a tu distancia me llena mil veces más que un te quiero de alguien que esté conmigo ahora— Entiendo que con un simple "Te amo" de tu boca colapsas mi vida.

Y me tomo el atrevimiento de decirle señor, cuando usted quiera, quiero, pues...sería cuantioso adentrarme a su mar de pasión.


-Sea Goddess

domingo, 5 de julio de 2015

Leer con atención.

Ya estoy empezando a molestarme, no lo hago muy seguido, parecido a una estrella fugaz, raramente se ven dos seguidas. Pero no estoy escribiendo sobre mis sentimientos para que se peleen o soltando insultos así sin más; ¡Entiendan que sólo soy propiedad de mis padres! y aún así, no les obedezco del todo. Yo no soy alguien a quien puedan manejar fácilmente, y mucho menos separarme de alguien. Estaré con quién crea más conveniente para mi salud, tanto mental como emocional. Lo repito, no tienen derecho sobre mis relaciones personales; déjenme caer en fosas de sentimientos o herirme, lo necesito... soy humano, todos lo necesitamos.

Por favor, sé que soy egoísta (pero no más que algunos) al pedirles qué dejen de pensar en mí cuando comenten, y háganlo por lo que escribí. Hay muchas redes sociales donde se pueden matar a indirectas o decirse las cosas en la cara, pero no vengan a manchar éste blog que tanto amo... sí, lo amo. A pesar de no poder hacerlo con alguien más, sé que éste blog nunca me traicionará.

Se los pido con sinceridad, sino cerraré el blog para mi propio entretenimiento y desmembramiento de sentimientos.

Y por último, si me quieren decir algo, más allá de lo personal, tengo oídos dispuestos a escuchar y una mente capaz de tomar decisiones, no las hagan por mí.

Buenas noches a todos.

sábado, 4 de julio de 2015

Feliz cumpleaño.

Aunque no hayas visto mi blog, fuiste una de las primeras personas que me apoyó en seguir escribiendo, y  pedías más. Eres una maravillosa persona, aunque a veces te vuelves un poco loca; las mejores personas están locas, como mi papá. A la final, espero que tengas un feliz cumpleaño y pases una buena noche.

To: Jeannella Guerrero.

Plenitud etérea.

Postrando mis pasos sobre el camino que me lleva a la nada, me percaté de que algo me faltaba, una brisa fuerte y acogedora me lo recordó. Aquellos pensamientos rebosaron mi mente, de un momento a otro, llegué a sentirme agobiado por mi cabeza y resbalé.

No había sentido tanto miedo de una caída, no era convencional caerse sin saber a donde se dirige nuestra vida; es una señal, yo debía recibir la orden que me estaban dando y sólo alcancé a caer. Por suerte, me encontré con lo que le faltaba a mi vida, una pasión extremadamente ansiosa por salir de mí y dárselo todo a ella; creo que es divino, algo mágico, es con lo que despertaré cada mañana y sonreiré inmediatamente.

Oh, qué hermoso es caer en este precipicio que pretende no tener final, cosa que es inmensa y sublime; te encierra en cuatro paredes de armonía y no deja que salgas, pero nunca querrás salir. Ha de sentirse tan cómodo, como acostarse en una nube y mirar hacía las estrellas, una vista esplendorosa; nada se puede comparar con el poder del amor.

Ni la desesperación misma puede enfrentarse a un amor verdadero, esos de cuentos, de historias antañas, algo inigualable. Es lo que necesito, calor de un cuerpo únicamente para mí, y el mío para ella; no he de necesitar cobijas cuando el calor de mi amante eterna ha de rozar mi piel con su belleza plenamente etérea.


Una manera para escapar.

Entrelazados como vidas alternas que se encuentran sin más medidas. Tú, yo... no había de otra, estábamos predestinados a esto; no sé a dónde llevará, pero no me importaría ir si estoy a tu lado. ¿Qué te parece si nos perdemos por un par de años? estoy seguro qué de ti, nunca me aburriré, sin embargo, aún tengo miedo a que pase de nuevo ésta maldita cosa que siempre sucede en mis pensamientos, ¡Ya estoy harto de esto!, de dudar cuando más te necesito, de hacerlo por éste bendito miedo a perderte, será mi culpa; y es eso es lo qué está sucediendo ¿no? te estoy alejando de mí por miedo a que tus sentimientos se alejen de los míos. ¡Maldita sea mujer! , —respiro profundamente—, ya nada sería igual si no te tengo, odio maldecir tanto pero, me odiaría más si llego a perderte.

Perdóname si mis pensamientos son demasiado para tu paladar, mas no complaceré tus refinados gustos ni pasiones por desbaratar mis sueños contigo. Tú, que llevas en mi piel un símbolo que nunca podrá borrarse, más allá de cualquier tinta, no podrás zafarte de mí tan sólo con sacudirte y salir corriendo; sería más una estupidez que una solución.

Quizá haya una mejor manera de que estés conmigo siempre, y aunque aún no sé cuál es esa manera, la seguiré buscando hasta que mis pies sangren o mi cabello se caiga; lo haré todo por ti, sin contar el sufrimiento que voy a tener que pasar en éste arduo camino. Cada día que pase en ésta travesía, tendrá un nuevo propósito, el de conquistar tu corazón como lo hice la primera vez; ésa de la que ya no me acuerdo.

Yo te seguiré buscando toda mi existencia, si la he gastado buscando un espejismo, sé que me entenderé con mi yo en el cielo, porque en el fondo los dos sabemos que ella era lo que nos mantenía con vida, lo que verdaderamente necesitábamos... una manera para escapar.

Lo que diría.

Contigo todo fue abrumador, no fue mi cuento de hadas pero si la historia que leería una y otra vez, no hubo fecha especial, ni canción favorita, ni siquiera una foto, mi mejor recuerdo quedó grabado muy profundo en mi ser. Te adheriste a mis huesos de una manera tal que, te llevo como un cáncer, aquí, en mí, pegado, sin cura ni remedio, ayúdame a sacarte de mí, ayúdame a sanar mi alma.

No había flores, ni chocolates, solo pasión, verdad y una paz diferente, porque era un huracán de sentimientos incontrolables llamado –amor-, pues, eso era lo que había entre nosotros. No sé si me recuerdas, soy la misma chica de tez pálida y labios gruesos, estos labios que se perdían en los tuyos. 

Me regalaste un atardecer inolvidable, ¡Viví por primera vez en tus brazos!, conocí el veneno y el antídoto en tus labios, provocaste en mi reacciones jamás antes experimentadas, era hermoso sentir tu simple tacto en mí pequeño y vulnerable cuerpo, pues me tocabas con el alma. Nunca había conocido algo tan etéreo, fascinante y sublime como tu mirada, ella trasmitía devoción y tenacidad; me fui perdiendo en tus palabras, me envolviste sagazmente, como cazador a su presa. 

Finalmente jugaste conmigo, pero lo más excitante fue que yo también me divertí, supe ganar en el juego de azar que tu habías programado. Me fulminaste, lo sé, pero me quedo con el recuerdo de haber sido tuya. No me arrepiento de nada contigo, porque hasta los errores fueron benditos, no perdí ni un segundo en tu regazo, en su defecto, gané un suspiro para mi colección indecible. 

Hoy por hoy, te tomo como mi mayor experiencia, aquella que no podré olvidar ni por un siglo, y si me preguntan "¿Repetirías tu historia con él?" diría que "Sí", rotundamente, porque me encariñé con la piedra que me hace caer, diría que sí, porque eres tú quién gobierna mis sentidos, eres tú mi detestable error, Diría que sí aunque me faltase el aire. Diría que sí porque de mis experiencias fuiste tú la más grata. Diría que sí, porque eres la llama que consume todo mi espíritu. 


Sea Goddess

viernes, 3 de julio de 2015

Hola, de nuevo.

Buenas noches a todas las personas que han de posar sus ojos sobre lo que escribimos. Aviso, como ya no soy sólo uno en este blog, deben cambiar algunas cosas, entre ellas, el nombre.

Quizá algunos se pregunten: — ¿Por qué ese nombre? Sólo me dedicaré a colocar su significado acá y lo entenderán:

"Sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice."

Sin nada más qué decir, nos leemos en otro tema, abrazos.

¿Existencia?

Existencia: es una palabra simplemente compleja, llenando de orgullo a cada ser, feliz sólo por estar vivo. ¡Los tiempos han cambiado! Nos levantamos a las 5 de la mañana mirando a cada lado de la calle para poder cruzar a salvo, revisando a cada rato el reloj, aquel que les regaló su jefe por llegar siempre temprano. Preguntando mentalmente toda clase de cosas ilógicas e inteligentes mientras esperas el transporte que te lleva rumbo a la desesperación mental de complacer a todos, porque la sociedad te enseño a que eso era bueno y para tu bolsillo mejor; viviendo de cosas del mundo y querer escapar de él todos los días junto a tus pensamientos, comprándole un oso de peluche a tu hijo compensando el tiempo perdido con él además de darle algo de compañía, asimismo acostumbrándolo a estar acompañado y pegarle el vicio más mortal de todos: la dependencia inhumana de querer estar rodeado por personas que dicen quererte sin hacerlo. 

Sentimos miedo de todo, porque cuando nos relajamos por un momento, la realidad ataca, y sólo los valientes sobrevivirán a sus ataques hacia el corazón. ​


La realidad no es buena ni mala, la realidad es sólo lo que dice ser: simple y llanamente "realidad" no es un cuento, ni siquiera una fantasía, simplemente es ella misma; justamente como deberíamos ser nosotros, mostrando nuestro lado único y especial que ocultamos cuando sentimos peligro o tranquilidad. 



Lo que nunca hice como persona,
lamentar la muerte de una hormiga,

ni celebrar el nacimiento de una nueva era,

porque como persona soy cruel, realista
y muy inútil para la vida a nuestro al rededor.



jueves, 2 de julio de 2015

Mi mal necesario.

Acontece que eres mi dolor de cabeza, me pegas en el útero, tu sublime tono de voz alimenta la ferocidad en mí, y es que por ti justo me he vuelto una momia, el dormir no me es necesario a estas alturas, mi cara desencajada, mis ganas revueltas, confusión atormentadora.

Como el águila, desde arriba observa mi corazón a tu dulce querer y es lo que más detesto, me acorrala como el gato al ratón.  Es que si tan sólo supiera que se siente sentir amor, -suspira- , sería diferente, porque he llegado a un  punto de mi vida donde te quiero junto a mí, pero no conmigo.

Me haces daño, lo sé, mi masoquismo se ha multiplicado desde aquel verano. No eres mi oxigeno pero te necesito para respirar, me infundes paz y a la vez me descontrolas, me inquietas, me irritas, haces que de mí emane veneno; y es que tú, aún estás sujeto a pasiones que yo desde hace años deseché, puedo decir que, el simple roce de tus labios en los míos hace que me traslade a otro lugar, cálido y lleno de esperanza, esperanza que después me quitas cuando te vas.

Te vas y llego a odiarte, porque sé que no me perteneces, tampoco quiero que lo hagas, quiero gritarte, golpearte, mentirte y decirte que no te amo, pero esos ojos marrones me lo impiden, penetran en mi alma, corrompiendo mis principios y mi moral, despertando en mí  todo lo que un día  tú mismo mataste.

Golpeas mi corazón con cada palabra, me maltratas con tus acciones sin intención, me destrozaste con tus besos de lujuria; ¡Pero alégrate! Aún me queda ganas de vivir, y es por ti, por tu bella y perversa mirada, aún tengo ganas de que sigas siendo mi mal necesario.

miércoles, 1 de julio de 2015

"Una" lágrima.

Una lágrima quiere salir, creo que nunca la dejaré ir, me pertenece, como las partes de mi cuerpo; me sentiría extraño si me cortaran un dedo, para mí, es lo mismo con las lágrimas, sólo que el dolor lo siento en mi ser y no en mi cuerpo. 

Una lágrima quiere escapar, creo que nunca podrá hacerlo, porque he sellado cada posible salida de mí y, no volveré a abrirla sin motivo aparente. Ella suplicará todo lo que pueda, pero yo no le dejaré salirse con la suya y herirme.

Una lágrima quiere romperme, creo que lo está consiguiendo. Ella no había sido así de desesperada, no hay cartas sobre la mesa ¿por qué he de dejarla salir sin una buena mano? me parece absurdo, pero creo que perderé.

Una lágrima será libre, ya terminó ésta batalla, tú ganas, pero éste dolor que siento no es tan malo como pensé; sigo pensando que fue una mala idea, porque una gota siempre da el comienzo de una gran tormenta.

martes, 30 de junio de 2015

Toda una invención de la mente.

Cada vez que en ti pienso, hay muchas variables a discutir en mi cabeza, todas inútiles como en un congreso de políticos deshonrosos. Mi forma de escribir ya no es ni las sobras de lo que antes fue; no te he extrañado más desde que dejaste mi vida hecha trizas y, en mi mente por fin hay votaciones para liberarme de la dictadura de tus recuerdos. No te confundas, siempre pensaré en ti, pero, ya no siento nada. Aquí en mi corazón, sólo se bombea sangre, nada de sentimientos. Mi ser ha empezado a odiarte, debido a todo el tiempo que ha transcurrido inactivo, por culpa de tu misero recuerdo; el olor de tu cabello, la facilidad de hacerte sonrojar, esa sonrisa encantadora que mostrabas a todos, sí, a todos, a pesar de que eras la única para mí, en tu maldito corazón negro y despiadado, existía más de una aventura. Quizá debí escucharte cuando dijiste que alguien iba a salir lastimado, pensé que era en el son de desconfiar de mí, pero no pude estar más equivocado en mi vida.

Desgraciadamente... soy un iluso; debería acabar con mi vida, pero eso es como escapar de mis problemas, quiero enfrentarlos y vencerlos. Creo que el primero que se pierda en la mirada del otro, es aquél que perderá hasta la cordura. Lo siento amor, realmente quiero extrañarte, pero... lo dejaste muy claro "Yo sólo era un pasatiempo para ti". Gracias a mi cegués creía que era únicamente un juego, lamento mucho eso en mi corazón, el haberlo creído.

Intrusa, no tan intrusa.

Hola a todos, espero estén bien.


Mi nombre es Génesis Riera, soy una chica de 17 años, con las mejores intenciones del mundo y he llegado para ser parte de ustedes, me uno al blog para aprender y hacer lo que más amo, escribir. Quiero decirles... no soy una buena escritora, soy tímida y reservada, pero mi cabeza es un mundo repleto de cosas por contar y expresar mediante la escritura, por lo cual me aprovecho de ello.

Desde ya quiero agradecerles su receptividad, sepan que, de mi parte espero brindarles lo mejor de mi ser, sin tabúes, miedos o prejuicios. Me parece oportuno darle las gracias al precioso Fran, mi gran amigo, todo un icono para mí. Te amo. No vengo a sustituirlo, vengo a expresarme tal cual como él lo hace. Si desean saber cualquier cosa de mi estaré dispuesta a responder.

Gracias por leernos, besos. 


Sea goddess. 

 

lunes, 29 de junio de 2015

Injusto.

Yo... no soy perfecto. Quisiera serlo y a la vez no, todo se volvería aburrido, no sería ninguna sorpresa que yo haga las cosas bien; me partiría el corazón ser mejor que aquellos cuyas almas entregan para poder llegar a donde me encuentro. Para nada la perfección sería buena ni mucho menos hermosa, sería la barbaridad más grande de este misero planeta que dañamos al pasar de los días. ¿Bastaría con una disculpa? No lo creo, ellos sólo lo tomarán como un insulto y masticaran lo que queda de mi tolerancia para luego mostrarme sus miradas vacias, esas que dicen que harán todo y más allá de lo posible para derrotar a mi "perfección", no me gusta esto, ya que no le siento para nada perfecto.

To: Frozen Goddess.

Bienvenida Hermosa. GR

Buenas madrugadas, pronto vendrá Génesis Riera, una gran amiga y compañera. Hermosa persona, y va a estar publicando cosas, así que ya no será sólo mi blog; alégrense, ya no se aburrirán tanto, jajajaja.

domingo, 28 de junio de 2015

Sólo tú, aunque no...

Perdóname por callarme lo que he sentido por ti todo este tiempo, no reconocía que en mí había algo tan lleno de sentimientos que rodeaba tu nombre.

Éste lapso de silencio ha estado lleno de pensamientos hacía ti,  enloquezco por ti, puedo ver tú rostro en cada lugar a donde mis ojos puedan ver, te imagino a mi lado si camino o me acuesto. Siento que esto está más allá de mis sentidos, ¡No puedo más!, Explotaré si no te digo cuánto te amo, cuánto te extraño y de lo mucho que hablo con los demás sobre ti.

Creo desfallecer, mi pecho siente una presión fuerte que duele lo suficiente para no olvidarla nunca, y a ti, mucho menos. Ojalá pudiera describirte lo mucho que me encantan tus lunares, y la forma perfecta que refleja tú silueta en la sombra que te acompaña siempre.

Si tan sólo... Existieras, fueras perfecta. Pero más que eso, lo que más amo, tú manera de imperfeccionar las cosas me destrozan el corazón por no tenerte.

La felicidad como algo real.

Seguro que muchas veces al día, mes o año se preguntan si son felices, siempre terminando a la conclusión de que no o tal vez sí, nunca una respuesta concreta. La verdad es que no sabemos concretamente qué es la felicidad; "el diccionario nos dice que la felicidad está en el gozo, en la alegría o en la satisfacción que sentimos" tiene razón, pero cada vez que lo leo las palabras se hacen más pequeñas y no termino de entenderlo, me atasco en sólo pensar que soy infeliz porque no recuerdo la última vez que sonreí con sinceridad. Por mucho que leamos su significado, nunca nos parecerá correcto, la felicidad es un acto de plenitud, se cree que la felicidad es ese "algo" que dura mucho hasta que chocamos con la verdadera cara de la vida y nos la arrebata con mayor facilidad que quitarle un dulce a un niño.

Debemos aprender por las malas que la felicidad es algo que viene para irse, puede que regrese o quizás no... Lo más seguro es que si debemos estar felices lo estaremos en el momento donde más lo necesitamos, pero eso no sucede en el momento que "creemos" justo; no es magia, sólo es felicidad, algo que sube y baja, nunca es constante y no lo será. Por eso, cada vez que sientas ser feliz, disfrútalo con total plenidad; porqué te lo has ganado.

Noche de pensamientos.

¿Se han dado cuenta de qué ya no estamos seguros de lo que pueden llegar a ser las demás personas? No sé, ya no confiamos sobre nada, siempre tratando de clasificaros como un menú de restaurante. Hay veces que me gustaría que la igualdad se mantuviera, sin embargo que los beneficios se les otorguen a los que merecen ese honor; hemos perdido la cabeza, hasta los que dicen ser más cuerdos y normales.

Déjenme decirles lo que pienso con respecto a la normalidad, es otra excusa más para clasificar ¿No han vívido que en un grupo donde son aceptados sea normal lo que ustedes hagan con su vida? ¿O la manera en que los otros grupos que son todo lo opuesto a ustedes dicen que ellos son normales y ustedes sólo una basura para la sociedad? Pues más o menos entenderán mi punto, la normalidad en el ser humano común es tener las partes del cuerpo intactas; no obstante, nuestros pensamientos, ideologías, condiciones, personalidades son únicas y las personas que mantengan rasgos comunes, "serán las personas normales", pienso que ya estoy redundando. Espero que puedan entenderme.

Vives para morir.

Este es la primera cosa o prosa que he escrito, me sentía tan triste y extraño que sólo me senté a escribir y esto fue lo que salió:

Quizás durante la tortura de la vida diaria encuentre la excusa que me haga seguir sufriendo, quizá ese día nunca llegue y sólo me quede parado en frente de la puerta a mirar como se desplaza el sol en el día y por las noches ver a la luna para que me abandone hasta el día siguiente; pero siempre va a estar la opción del engaño mental en el que la mayoría nos engañamos que es "Algún día seré feliz y valdrá la pena haber sufrido tanto". Por eso se llama vida, algo tan hermosamente tenebroso con un lado más oscuro de lo normal, simplemente los que ignoran lo suficiente serán felices viendo el sol cada mañana y viviendo sus vidas de monotonías que día a día, a lo largo de sus vidas poco a poco se darán de cuenta que la vida no tiene sentido y deciden vivir más, por el cumplimiento de los seres queridos qué en el recorrido de su vida han estado con ellos. Quizás apoyándolos o quizá maldiciéndolos pero cuando la soledad acecha al corazón no hay más remedio que aferrarse a su enemigo, cómo niño aferrándose a las piernas del coco y llorando por no poder crecer deprisa y años mas tarde odiaría haber crecido.

"P" de imperfección.

Todos los días me he levantado con la mente en blanco, es mentira que "yo" tendré algo en mente en el momento que más odio; abrir los ojos y saber que aún sigo vivo. No sé por qué no puedo pensar de esta manera, la mayoría de las veces hay quienes dicen: "¿acaso no valoras tú vida?", "tú tienes todo cuanto has pedido ¿por qué siempre piensas negativamente?" y muchas otras cosas más; quizá tengan razón o quizás no. Lo cierto es que yo no podré manejar perfectamente mi vida, pero mis pensamientos deberían ser intocables para las personas que sólo están ahí para criticar, aquellas que creen que inventan el significado de cada movimiento de tu cuerpo, o las demás que se encargan de hacer de tú vida un rompecabezas para tus pensamientos.

Ya basta de tantas estupideces en esta vida, no lo puedo controlar con palabras, este es un asunto donde mi alma deberá salir de cada letra que coloque en cualquiera de mis escritos, y darles a entender lo que dicta mi corazón. Es algo sumamente difícil, pero no me rendiré porque la montaña sea demasiado grande, o el mar sea muy profundo, siempre habrá una manera de continuar, y si la muerte me lleva a continuar con mi vida, espero que me agarre fuerte de la mano y me diga que todo estará bien... Porqué es lo que necesito.

domingo, 14 de junio de 2015

¿Yo soy lo que solía ser?

Un fantasma escondido en la oscuridad, es lo que queda de mi pasado, no lo encuentro porque nunca más lo he querido buscar ¡No lo necesito! Para que carajos necesito ser el tan iluso de antes, tal vez a nadie le importe , esto sólo es un diario idiota de mi mismo, que a pesar de no negarlo lo digo con tanto cariño que me está empezando a agradar el termino de imbécil en mi vida. No aprovecho nada de mi, no se que demonios ser, ya no funciona ser yo, o tal vez no lo he intentado lo suficiente. Creo que lo resolveré luego, mis ideas claras no están.

jueves, 11 de junio de 2015

...

Cuando no puedo escribir lo que mí mente dicta. El corazón se apodera de mí mano, y de cada palabra que escribo, sale un pedazo de mi alma.

martes, 9 de junio de 2015

Mentiras.

Las palabras quieren salir, nadie las deja, no pueden dejar salir la verdad. Ya estamos condenados a las mentiras, por más buenas que sean, siguen siendo mentiras. Cuando necesitamos el apoyo de una verdad tenemos en cuenta que las personas no actuarán igual qué cuando le cantemos una mentira al oido.

lunes, 8 de junio de 2015

El beso.

Amo pensar en besos que no tienen lugar en este mundo, son los mejores, por que además de ser en los que mas pienso, son perfectos y exactos cuando se necesitan.

miércoles, 3 de junio de 2015

lunes, 27 de abril de 2015

El comienzo de algo inacabable.

Soy un bastardo, siempre llevo la frente en alto, a pesar de lo que digan, nunca me ha afectado las palabras que no conllevan ningún sentido o sentimiento. Me levanto nuevamente a estas horas ¿de qué hablo? Si ni siquiera sé en que día estoy viviendo, por desgracia, sigo vivo. ¡Viviré! Hasta que la vida me quite el suplemento necesario para estar de pie, no rogaré por mi vida ¡jamás! No hay valor alguno en ella, pueden tomarla cuando quieran y donde sea, tan solo espero que mi cuerpo no sufra demasiado.

Creo que me preocupo mucho, bueno... ¿Quién rayos sabe cuando va a morir? Ni el propio dios sabe el día de su muerte. ¿¡Pero que rayos estoy diciendo!? Según estos guardias, él es lo único que me queda. No sé donde esta mi familia, mi padre Ricardo y mi amada madre Andalucía, sin contar a mis hermanos; oh gracias por acogerme en sus brazos cuando no tenía nada. Pero ¡Dios! ¿Por qué me tuvo que pasar esto a mi? Quisiera que todo estuviera cómo antes, el cielo azul y el sonar de aquellas olas celestes que rugían cómo leones hambrientos, y yo sentado en aquella arena blanca junto con las personas que suelo contar a diario, tratando de ayudarlas y aprender más de ellas.

Yo sólo quería encontrarla, quizá me deje llevar por la emoción de una vida de aventuras a través de este mundo tan vasto y pequeño. Pronto se acabarían los tronos por culpa de tantos reyes autoproclamados; y yo aquí encerrado sin poder derrocarlos. Sí, eso es lo que soy, un valiente mata reyes. Bueno, fui tan valiente que en mi primera misión, caí en las manos de mi primera víctima; creo que ya ha pasado dos semanas desde la ultima vez que vi el sol y cinco días de mi ultima comida, puré de papas con un exquisito aderezo de tierra y heno. Quisiera quejarme, pero el departamento de quejas aún no abre desde que llegué... Me tratan con la gentileza de un condenado a muerte. Pero ya verán, o no... La idea es escaparme sin que me vean. Mientras, sigo pensando la manera en que lo conseguiré. Quizás tenga que matar uno o a todos los guardias que me vigilan, clavarle el cuchillo al que está en la izquierda y romperle la garganta al de la derecha y pum,  pam... Chsk, ¿a quien quiero engañar? Soy un inútil campesino, que quiere arremeter contra las absurdas leyes de este reinado tan avaricioso. Me atraparon con un cartel oponiéndome al rey, pero sus guardias rápidamente me encerraron aquí, desnutriendome cada día. Iré a dormir sin razón una vez más, cerraré los ojos y no me acordaré de nada has.... —Cayó dormido una vez más, después de levantarse cada mañana iba directo a la zona de torturas y no por gusto.—

Hoy fue un gran día, como no he gritado mientras me torturaban, me regalaron doble ración de comida; lo que menos sospechaba se haría realidad, se confirmó cuando he de expulsar hasta mis intestinos dentro del váter, o lo que sea que fuera con forma de ello. Sí, ya lo sabía, era muy bueno para ser cierto, mi inocencia y hambruna me hicieron caer en esta trampa tan tonta y absurda, aunque funcionó su plan. Esto no es mal de morir, pronto vendrá el guardia para ir a darme un gran "baño"; ser azotado con el agua !no debería llamarse así! pero es lo que tengo por ser tan estúpido ¿no? Sacaré el máximo provecho de esta situación y bromearé un poco con el guardia ¡Hahahahaha! será estupendo ver su expresión al pisar lo único que tengo dentro de estas cuatro paredes... si, estoy hablando de mi excremento ¡Hahahahaha! será la mejor broma que he hecho en mi vida! o eso creo, quizá haga una mejor si no muero por su irá hoy, por supuesto. Tomaré esto de aquí, lo colocaré por acá, un poco más y así debería ser suficiente; pensándolo bien, soy todo un artista ¡Pero que pedazo de belleza! parece el monte del olimpo en versión marrón, apestosa y tiene moscas en vez de dioses todopoderosos... blah blah, blaah.


Ojos Grisáceos, [Capitulo XI]

----Capitulo XI “Un muerto entre las estrellas”----


Cuando se combina la desesperación de lo incierto con un automóvil de potencia superior, se obtiene el estruendo de una bestia rasgando las calles a toda prisa, sin importar consecuencias. Duke no debía por ningún motivo o razón, omitiendo todo, hasta los pensamientos más insanos que han de pasar por la mente; todo esto únicamente para lograr una tarea... El objetivo de su vida. pero mientras más kilómetros recorría, los llamados de emergencia se acumulaban cada cierto minuto. Joshua no provocaba esto, pero Jazmín en su afán de tocar completamente el cuerpo de Joshua, una, otra y otra vez, presionaba cada dos por tres el interruptor sin saber de su existencia. Duke mantenía mucha preocupación dentro de él, e intentaba realizar una llamada al celular de Joshua; algo que claramente debió hacer desde el principio, pero dadas sus experiencias en situaciones similares, le daba a entender o a reconocer que en esos momentos Joshua nunca respondería. Intento disipar sus dudas y centrarse, cogió su teléfono con la mano izquierda y presionó en los números del marcado rápido y llamó… Pasaba cada segundo como gotas en el fregadero, y el sonido era intenso, como en esos momentos de decisiones críticas; pasaron treinta segundos una vez más, la séptima vez que marcaba y no contestaba el teléfono. Lo peor es que seguía funcional el teléfono, pero no sabía si Joshua también estaba completamente funcional.

Su preocupación y angustia subieron a un límite que rara vez conseguía, ocasionando que Duke se dirigiera directamente a donde estaba su preciado primo; obviando la parada en el refugio que había programado momentos antes. Revisó el GPS, le faltaba menos de diez minutos para llegar, trató de pisar más a fondo el pedal, pero no pudo; el automóvil estaba en su límite. Este pasaba por las calles como su dueño proclamado, porque antes de entrar a la ciudad encendió un dispositivo inhibidor de cámaras y radares de tránsito. Pasando como un fantasma por las calles, a pesar del ruido del motor de su coche expandiéndose por toda las calles por donde pasó y la velocidad que obtenía en esa carretera, hacía verlo cómo un coche bestial.

A Duke junto con su perro Max, les faltaba poco para su gran llegada, mientras que Joshua, Sarah y Jazmín se encontraban en la disputa por quién protagonizaría la escena; una familia de la cual no tienen nada en relación con ninguno de ellos, permanecían a la luz de la luna con un telescopio a la mitad del parque sobre una pequeña colina rodeada por árboles. Se podía apreciar un cartel donde colocaba “Área astronómica” presuntamente para aquellas personas cuyo pasatiempo o vida dependiera de estar observando de un telescopio hacia el espacio exterior, hermoso y misterioso, últimamente, cómo pocas personas.

Era una noche pacifica para aquellos que rodeaban la zona pública que buscaban espiar a las estrellas. Aunque sólo se encontraba una familia, un tanto peculiar, bueno... ¿Qué familia no lo es? Marido y mujer desde hace más de diecinueve años, se conocieron a los dieciocho y su relación no tuvo lugar hasta que llegaron a los veinte. Por años trataron de concebir un bebe, pero por problemas de fertilidad no podían. Costearse el lujo de la inseminación artificial era casi imposible en su situación económica; así fue cómo decidieron adoptar a uno recién nacido llenando de alegría ese hogar que por años sentían vacíos. Pero al paso de unos años después, quizás cinco o seis, luego de dos botellas de vino y un trago de escocés, Felicia, la esposa de Naldo quedó embarazada de una niña a quien llamarían Esthella; en esa noche fría, ella tenía unas nueve primaveras y Mathias quince inviernos. La felicidad desbordaba por las cañerías de la casa, Mathias nunca vio a sus padres tan felices hasta que llegó su hermana; no sabía porque cuándo la niña nació solía sentir algo raro dentro de sí, algo que eran celos, una palabra que él aún no conocía. Aunque Mathias nunca lo reconocía, por supuesto que sus padres seguían amándolo, no con la misma atención de antes pero con el amor de siempre.    

Mathias empezó a descarriar su sentido de vida, mientras sus padres velaban por la seguridad de ambos, él sólo sentía que la cuidaban a ella. Por años sostuvo el peso de ese sentimiento amargo dentro de sus dientes cerrados con furia y la soledad que reflejaban sus pasos; pero lo que sus padres menos imaginaban, era la terrible afición por la pornografía que iba a tener su hijo. Como le faltaba el amor, él encontraría otra manera de compensar lo que ya no tenía y aunque estuviera muy agradecido por todo, seguiría haciendo las cosas que hacía sólo por satisfacer ese sentimiento un tanto perturbador.

Nadie sabía de donde había obtenido este vicio, pero como todos los vicios pueden transferirse, se imaginarían que fue alguno de sus compañeros de clases; ciertamente, eso fue lo que pasó. Un día llegó uno sus amigos, perteneciente al grupo habitual de ociosos con un teléfono nuevo. Los padres de este amigo, no tenían tiempo para él y le regalaban lo que él quería; ya que sentían la culpabilidad de dejarlo siempre solo y sin el amor de una familia totalmente complementada. Tener un teléfono cuando se es muy pequeño, debería ser un delito a la mente y a la imaginación. Ya que su curiosidad buscaría maneras de entretenerse, y el tema más eufórico de esos tiempos, era el sexo. Aunque aún sigue siéndolo, sólo que más sádico y perverso, muchas veces sin amor y otras veces cuando la persona que ama es sólo una. Su imaginación degradaría constantemente, su mente no la necesitaría más… bueno, si se tratase de una fantasía erótica acompañado de una mujer con un cuerpo de ensueño, su mente podría ir a la luna, darle tres o veinte vueltas y volver cuando él quisiera; su vida ya no sería igual, apartaría los juegos infantiles y descuidaría los estudios únicamente por saciar sus inquietantes ganas de vivir el desesperado, cariñoso, especial y sobrevalorado encuentro donde dos cuerpos incineran la habitación con el frotar de sus almas, dejando cenizas en las sabanas y apaciguando el frío en un abrazo. Mathias deseaba el momento de impregnar el cuerpo desnudo de una mujer con su olor juvenil, sólo debía imaginar miles de veces cómo sería y encontrar alguna para realizar su cometido.

Naldo, el orgulloso portador de dos telescopios profesionales, estaba entusiasmado como cada sábado a eso de las once de la noche —justo cuando las estrellas empiezan a rasgar el espacio visual de la hermosura— él llevaba a su familia a entretenerse con un pasatiempo que le había heredado su tío abuelo, quién le obsequio su primer telescopio cuando sólo tenía trece años; algo que marcó su infancia y sus gustos por la astronomía. Felicia, su mujer, encantada porque su esposo no salió como la fábrica de hombres suele hacerlos, arrogantes o imbéciles; aunque ellos no se hacen solos, hay un camino muy extenso para que los hombres sean como son, cómo le decía su padrino: “Cada quien es producto de sus decisiones.” Y ella con ese consejo en su mente, evaluó a Naldo varios meses acostumbrándose a él, a sus metas y juntos formaron nuevos sueños que perdurarían toda su existencia y donde hayan dejado una huella imprenta.

Era una noche fría, se notaba por el enrojecimiento de las mejillas de Esthella y Felicia; la respiración como humo de cigarrillo en la boca de todos, pero menos dañino que la nicotina que fumaba Mathias de vez en cuando, alejado de la atención de sus padres, aunque no le costaba mucho deshacerse de tales atenciones ya que eran más nulas que valores en la realidad de políticos corruptos. Esthella temblaba de frío mientras que su madre la abrazaba para generar calor entre ambas, mientras que Naldo no tenía nada de eso en mente, como dicen por la calle: “Ojos que no ven, corazón que no siente.” Su pasión por la vida que estaba más allá de su propia vista, era tan aferrada a su alma que podía asegurarse que si no fuera humano, hubiera sido una estrella fugaz, algún meteoro o supernova en vidas pasadas; él se sentía entrelazado con el espacio, como si fuera uno más ahí, con ellos.

Naldo le enseñaba a su hijo algunas constelaciones, preciosas aquellas las que alcanzaban a ver en ese lugar del planeta tierra; pero su hijo no estaba interesado en ver esas “estupideces”, como decía él. A su padre le partía el corazón oírlo cada vez, porque era muy constante ese tipo de vocablo en su lengua primitiva, Mathias lo veía todo imperfecto; lo que él menos sabía, era que nadie ni nada lo es y a la vez todos son perfectos a vuestra manera. Mathias aprovechaba esos momentos para ver el símbolo pasional escondido de las parejas o de las que no lo eran, pero aun así tenían su amartelamiento escondido detrás de las paredes, pero no detrás de los cristales de aquellos edificios enormes de ventanas anchas; hermosos, no hay que dudarlo, pero por la confianza de las alturas olvidaban que hay alguien que los vigila de vez en cuando, y no necesariamente dios, sino esa clase de personas que se dedican a espiar como pasatiempo. Naldo buscaba en el espacio algo que sentía perdido, creyendo que algún día lo encontraría ahí, en ese preciso momento en que Mathias buscaba una oportunidad para redirigir el telescopio hacia un lugar propenso a tener alguna actividad sexual, Esthella alzó la vista y observó una estrella fugaz que pasaba por ahí, acto seguido le gritó a su papa: «¡¡Mira papi, mira!! ¡Es hermosa!», y por esa razón Naldo la enfocó y como era de esas que pasaban bastante lento, llamó a Esthella para que observara la hermosa y esplendorosa estrella fugaz.

Mathias se negó a desaprovechar ese momento, y fue buscando ventana por ventana aquellos actos de sadismo o algo enternecedor, realmente se conformaba con lo que encontrara, antes había observado amas de llaves realizando actos de lujuria cada vez más seguido o algún gordo velludo con un traje totalmente de látex de color negro siendo azotado para calmar sus fetiches. Pero ante todo lo que se podía imaginar, nunca pudo planear la expresión de su cara y el terror que sintió cuando vio el cadáver de un hombre de mediana edad con una soga atada a su cuello; detrás de la ventana de un apartamento en el tercer piso, de un gran edificio color arcilla. Se quedó mudo y no hizo más qué tener una cara envuelta de terror absoluto; su cuerpo paralizado, y cómo estaba en una posición que necesitaba algo de estabilidad por parte de sus pies, se cayó hacía atrás, y aunque la caída no fue suficiente, se arrastró en dirección contraria al telescopio sintiendo temor, sudando frío y temblando.

Su familia se alarmó por la reacción de Mathias, su madre lo abrazó meciéndolo al mismo tiempo preguntá le pasaba y qué rayos había visto detrás del telescopio, Felicia se consternó por la manera en que se encontraba su querido hijo. Mathias sólo alcanzó a señalar hacia donde quedaba el edificio, con la mano temblorosa y tartamudeando «ah, ah, ahí es, ahí está, u, un…» no alcanzaba a decir más que eso. Felicia calmaba a Mathias, y Esthella no encontraba que hacer sino estar nerviosa por no saber cómo reaccionar a esta adversidad; mientras que el valeroso Naldo se preparaba mentalmente por lo que vería más allá de ese telescopio, se imaginaba que era algún murciélago colgado de un techo o sólo se sorprendió por alguna tontería; pero lo que encontraría detrás de las estrellas no sería felicidad, sino algo que parecía un cuerpo en estado de fallecimiento por ahorcamiento. Él sabía que debía llamar a la policía y reportar el caso lo más antes posible, y eso fue lo que hizo; pasó dos minutos explicándole a la operadora la situación y luego de unos seis minutos se encontraban tres patrullas de policías rodeando el lugar, un cuerpo forense y las fuerzas especiales del estado reclamando la custodia del caso.

Con una mirada seria y un gran golpe a sus piernas, Duke mira a max por un segundo y acariciando su pelaje dice: —Hoy no será un buen día para nosotros amigo.—

Continuará...