jueves, 2 de febrero de 2017

Encuentros inesperados.

Te busqué en las praderas y sabanas, en los cráteres y en las almohadas, hoy te encuentro en el cielo y por el infierno te pierdo mañana. No sé qué hacer contigo y mucho menos sin ti. Eres esa melodía suave y triste que se vuelve intensa con el tiempo. A veces pienso que estoy dispuesto a perderte, únicamente si te pierdes conmigo o entre mis brazos. No te limites, deja de acobijarte entre miedos y temores, siente la vida como me sientes a mí, a tu lado, despacio, sin prisas, nada ni nadie importa más que tú, llevará un poco de tiempo acostumbrarse a ser feliz de la manera en que nunca has sido, sin embargo, que nunca dejarás de ser.

Amor, no te miento, y si lo crees fervientemente, por favor, cortame la lengua, atame las manos y piernas, tapame los ojos y dame un beso en la frente. Y si preguntas el por qué de tanto procedimiento para deshacerte de mí, te lo explicaré con gusto y pasión.

Primero deberás cortarme la lengua para no mentirte más.

Segundo, atarme los pies es una buena idea para evitar ir tras de ti y, los brazos para no poder abrazarte, porque querré hacerlo mucho.

Tercero y ya casi terminando, necesitaré tener vendados los ojos para evitar llorar «excesivamente» al verte marchar.

Cuarto y ultimo, no creo que necesites explicación para esto, porque sabes que te amo demasiado y, sin ti, no podré vi...