sábado, 21 de enero de 2017

¿Quién serás?

Duerme amor, cierra los ojos e imagina que estás junto a mí, mientras que yo, le suplicaré a mi mente de rodillas y con un par de lirios que me deje pensar en ti sin volverme "ligeramente" loco. Sueña con eso que tanto amas, como en mí, por ejemplo; o eso quisiera, suelo olvidar que en realidad me encuentro solo, dejándome indefenso y sin más remedio que recurrir a oraciones que realmente me complace escribir, especialmente porque debo empezar ideando la perfección de <ser> que eres, y transmitirlo de la forma más elegante, carnosa y tierna que podrías llegar a ser.

Sí, te hablo a ti, a nadie más, sólo tú tienes los ojos en mí y yo, toda mi existencia para que sea contemplada por tus sentidos. Ven, sientate y quedate junto a mi, colocame en la posición que desees, ya me tienes patas arriba únicamente por mirarme de esa forma tan <divinamente> agraciada. No te detengas, piensa más, en ti, en mí, en ambos... Formando ese algo que nos falta, llenando ese inconformismo en la vida que nunca hemos logrado abarcar con alguna otra persona que ya no es parte de nuestro presente, y sin embargo, no dudan en acercarse con intenciones de arruinar nuestro futuro.

No me dejes... No hay de otra más que esta, no existe otra manera, otra forma, otra estructura que nos haga ser fuertes como lo somos, tú y yo. Estaré ahí, siempre, siempre y, nuevamente, nunca.

No dejes que te engañe otra vez, cuando necesites más de mí, de mi vida, de mi presencia, de mi calor y mi astucia, no estaré para ti. Y si te preguntas alguna vez, por qué soy así... Es porque nunca te has dado el tiempo para pensar quién soy, de dónde vengo y por qué me odias tanto.

Y eso que no sabes lo mucho que te amo.