domingo, 31 de enero de 2016

Como besar el cielo.

El querer explicar lo que siento es inquietante. Mis «quereres», son extravagantes, porque ellos desean tomar mi vida y retorcerla como les dé la gana, pero, no los detendré por ningún motivo, dejaré que fluyan, que corran tanto como quieran, que se lastimen al caer o disfruten de todo lo emocionalmente pasajero y, cuando encuentren algo que valga la pena, se queden con ello todo el tiempo que puedan. 

Lo material nos puede faltar, sin embargo, de lo que nunca debemos carecer es de los «momentos», porque a las personas sentimentales, nos sirven de moneda de cambio. Los momentos que más atesoro junto a ella, son aquellos en que puedo susurrarle al oído: «Me encantas»; a veces, las palabras más simples son aquellas que abarcan un gran significado, que conservan un «todo» dentro de sí. Para decir un "te amo" existen demasiadas combinaciones de palabras, mas pueden sustituirse por un simple gesto como lo es un «abrazo».

El silencio es el estado que más puede contarte sobre las personas que lo padecen; tantas historias y tan sólo una por demostrar, la calma y desesperación hecha vida en un instante.

He de disfrutar de la soledad y la compañía de igual manera, sin embargo, prefiero su compañía en la calma de nuestra soledad; si tengo que estar solo, creo que optaría estar sólo con ella, porque no hay cielo más hermoso que me ilusione ver sino aquel que se refleja en sus ojos. 


2 comentarios:

Comenta de una manera eficaz y sana.