martes, 7 de abril de 2015

Ojos Grisáceos, [Capítulo VI]

----Capítulo VI “Acosando a la verdad I Parte”----

Una noche impaciente por acabar, gritos de agonía rondando el pasillo, impulsos realizados contra una persona amada… Son algunos de los requisitos necesarios para hacer de un día aburrido, uno inolvidable.

Dentro de la habitación medica:

Joshua sacó la navaja de su pierna y realizó presión sobre la herida para no perder más sangre. Vio a Sarah inconsciente, acomodó su postura (Sarah al impresionarse, quedo en una posición muy mala) y luego fue a una inspección del lugar, pero como Nick se había ido, no quedaba nadie. Luego de una inútil búsqueda exhaustiva, Joshua se rindió y fue a la cocina a buscar algo para aliviar su dolor. Joshua buscaba en la cocina, porqué hay cosas que solo la cocina te puede dar, por ejemplo: el alcohol. En ese caso, el licor estaba en la cocina.

Encontró un botiquín de primeros auxilios cerca de la nevera plateada, dentro de éste, Joshua encontraría unas gasas, alcohol isopropilico, cicatrizante, banditas de Súper Man, hisopos, aspirinas, vendas, antimicóticos, analgésico en spray, acetaminofén y algodones… El botiquín no contenía muchas cosas, sin embargo justo al lado existe una habitación donde hay variedades de medicamentos. Cogió un par de cosas para curar su herida y una botella Armano Ferret Branco importada desde Italia.

Al sentarse cerca de la mesa, destapó la botella y sirvió un poco de aquella delicia de licor en una copa de cristal muy preciosa y delicada, tomó un sorbo y comenzó a desinfectar, curar y cubrir el corte realizado con navaja.

Mientras trataba la herida pacientemente, Joshua pensaba:

—No sé qué hacer ahora, podría dar vueltas y vueltas por la ciudad pero no me ayudaría de nada… Tengo que llevarla a su hogar, y buscar a Nick… Pero, ¿dónde lo encontraré?

Y justo en aquel momento, Joshua alza la mirada descubriendo una nota sobre un papel, En la esquina lleva un dibujo de aquel mapache con lentes oscuros y sombrero que representa la firma de Nicky Romano. —De alguna manera, no se dio cuenta de eso antes—

— ¿Qué será esto? A ver, aquí dice: “tu primera desilusión sabrá cómo encontrarme”. —Joshua lee en voz alta la nota de Nick.

— Porqué siempre tienes que hacerlo de la manera difícil Nick… —replicó Joshua con voz fuerte y cansada.

Joshua no quería esperar un momento más, se cambió la ropa que estaba desgarrada y desesperado partió hacia la puerta, al dar el primer paso fuera de la casa… Recordó a Sarah mas no teniendo alternativa, la cargó en brazos y la llevo a su destino o lo que creía su primera desilusión... Caminando más rápido que de costumbre, Joshua cargaba a Sarah como si fuera una muñeca de trapo a lo largo del trayecto, para conseguir su auto.

Francisco Gómez | Ojos Grisáceos, Capítulo del I hasta el X (Próximamente el XI) 13
Joshua: Que bueno el conseguir una pista de su paradero, no entiendo que de divertido le ve Nick a esto… Bueno, cada quien tiene sus manías y no puedo juzgarlo; es mi amigo y debe tener alguna explicación, y si no la tiene lo matare con mis propias manos. —Aunque Joshua nunca podría matar a nadie, sus palabras no carecían de determinación al cumplir su objetivo—.

Al llegar al parque, se detuvo un momento a ver aquel árbol gigante… Joshua embelesado, observó por tres minutos ese árbol sombrío, sintiendo que alguien o algo lo llamaban silenciosamente. Dio vuelta en la esquina y al mirar a lo lejos se notaba su auto no muy lujoso. Joshua tenía en su posesión un Mercedes Benz SLK-55 AMG 2010, en un color negro metalizado, —gracias a su jefe—. Desbloqueó el auto, abrió la puerta y sentó a Sarah en el asiento del copiloto, bajándole un poco el espaldar para recostarla, acto seguido cerró la puerta y entró al auto para luego arrancar dirección a su destino.

Joshua conocía a Jazmín desde hacía muchos años, refiriéndome a la edad de nueve años. En ese entonces ellos eran una pareja, hasta que ese lúgubre día llegó.

Conduciendo por calles húmedas y vacías, tanto de personas como de esperanzas. Joshua buscaba un bar a las dos de la madrugada, donde encontraría a Jazmín haciendo lo que sabe hacer, dobló a la derecha en la última esquina y entusiasmado dijo:

— ¡ahí está! Ese es, podría jurarlo.

En un letrero muy grande con unas luces dañadas y casi por caerse, se veía el nombre a lo lejos del auto “La Esmeralda”. Joshua no contenía su emoción por descubrir si era la decisión correcta el haber escogido ese lugar para empezar con la investigación, pero no tenía más opción que arriesgarse a pasar vergüenza ante aquella persona.

Estacionó cerca de la puerta trasera por si acaso pasaba algo que arriesgaría la vida de Sarah. Se propuso a pasar tras esas puertas de color verde con un borde plateado y manillas doradas (tenían mal gusto en ese entonces). El ambiente cambio Instantáneamente, paso de ser una noche gris a una habitación estruendosa y desnudista; Joshua notaba la presencia de drogas, alcohol y mujerzuelas con solo respirar dando los primeros tres pasos al entrar.

Este bar no era solo para hombres, no son muy comunes pero, este es un bar llamado las cuatro estaciones, era su seudónimo, ya que fue fundado para el disfrute de caballeros y damas, tanto heterosexuales como homosexuales.

Joshua estaba un poco perdido en el lugar, tenía años que no visitaba ese sitio, aunque solo fue una vez por la misma persona. Observaba todo el lugar en su búsqueda, pero al parecer "ella" lo encontró primero a él; en ese momento Joshua nota una palmada en el trasero y da un salto de asombro girando todo el cuerpo de un lado a otro buscando quien lo había hecho, y al tocarse el pantalón justo en los bolsillos traseros encuentra una nota que decía:

—Te espero tras la puerta roja del final, besos Jazz. —escrita junto con un beso de un labial rojo carmesí.

Joshua arranco una caminata a lo que le dirigía a la puerta trasera, podía ser una trampa, pero no se iba a detener hasta saber la verdad de todo.

En el auto, en ese momento:

Sarah volvió en sí misma y no sabía dónde estaba, curiosa observó alrededor del auto y consiguió una nota junto con unas pastillas para el dolor en general. La nota decía claramente que esperara en el auto por si despertaba y las pastillas eran por si tenía dolores de cabeza o algo parecido. Claramente se tomó las pastillas, luego sin nada que hacer empezó a ver por la ventana, justo hacia la salida del bar, notando como salía Joshua de ella.

Continuando dentro del bar:

Joshua salió de dentro del bar esperando al escritor de aquella nota y tras unos dos minutos se abre la puerta y se escucha:

—Hace tiempo que no te veo por aquí mi amor. —salió una voz aguda pero un poco varonil.

—Hola jazmín. —contestó Joshua.

Al saludarse, Joshua le ofrece el saludo de manos convencional, pero Jazmín tenía otros planes… A lo lejos se ve un abrazo largo y un beso proporcionado por Jazmín.

— ¡Qué repugnante! Déjame en paz ya te he dicho muchas veces que lo nuestro se terminó. —contestó Joshua, desagradado por aquel beso.

Joshua ve a Jazmín detalladamente, pasmándose momentáneamente al notar el gran cambio de Jazmín, parecía un hombre disfrazado de mujer.

— ¡¡Te convertiste en travestí!! ¿Ahora que eres? ¿Qué te paso? —preguntó Joshua, exaltado por aquella incómoda situación.

Mientras que en el auto Sarah estaba viendo todo lo que pasaba entre Joshua y Jazmín, lo que de lejos parecía un travestí, y una escena que le destrozaría el corazón... impactada y a la vez confundida, Sarah pensó:

— ¡¡No lo puedo creer!! ¡¿Es gay?!

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