jueves, 9 de abril de 2015

Ojos Grisáceos, [Capítulo VIII]

----Capitulo VIII “Acosando a la verdad III Parte”----

Cinco minutos antes de la interrupción de Sarah...

Joshua: Esta es una de las noches más vergonzosas de mi vida, pero tengo que tener la valentía y afrontar con seriedad este chiste que está causando ella conmigo. Esto tiene que funcionar, o sino nunca obtendré la dichosa información de parte de Nick, ese idiota, aparte de intentar matarme físicamente, ¿Quiere hacerlo mentalmente? Realmente no lo entiendo, pero ya me enterare cuando consiga llegar a donde esté y le romperé la nariz.

Las mañosas garras de la fiera Jazmín no soltaban a Joshua por un segundo, impidiendo su libertad y aprovechándose de su carne que la hacía estremecer tanto cuando estaba con él. En cierto modo Jazmín amaba a Joshua, pero al dejarlo, ocasiono una gran herida que no se curaría fácilmente; tanto así que ni pidiendo perdón a Joshua podría conquistarlo de nuevo, si Jazmín le pintara en el cielo que lo amaba con su sangre, Joshua ni se inmutaría al dar una respuesta rechazándola. Un corazón tan roto que ni con pegamento industrial podría reparar, pero sólo con Jazmín, ella no tenía ni la mínima posibilidad de conquistarlo otra vez, su tiempo había acabado y era tiempo de resurgir el Fénix postrándose sobre sus cenizas.

Jazmín quería aprovechar esta oportunidad para recuperar el corazón perdido de Joshua de la forma más sádica posible, porque no debería llevar otro adjetivo. Jazmín comenzó su número de baile sensual de una manera distinta a la de siempre, quizás era porqué el amor de su vida estaba frente a ella. El cuarto empapado de un rojo ensangrentado, luces de neón tratando de evitar la oscuridad pero sin volver a traer a la luz a los ojos de los soñadores. El aroma a una carne conocida hacía que el corazón de Jazmín latiera con fuerza, y en su mente decía que lo amaba, pero su boca solo decía cosas que asustaban a la lógica de Joshua.

Sin dar muchos detalles de lo sucedido, se podría asegurar que Joshua necesitaría un poco de alcohol y gasas para curar sus heridas, que no se agravaron demás, gracias al gentil gesto de Sarah al decirle amablemente a Jazmín que no abusara más de él. Esta era una de las pocas escenas extrañas, enfermizas, únicas y bochornosas que Sarah había visto en su vida, pero como toda mujer, se alteró y a su vez no sabía qué hacer. Se llenó de mucha angustia al no saber cómo desarrollar su papel, pero tenía que esperar a la reacción de su petición antes que nada, pero la larga espera le tersaba la piel y sentía que iba a explotar su corazón.

Joshua no sabía qué hacer, en su mente pedía a gritos que Sarah lo sacara de esa habitación rojiza, pero a la vez quería permanecer ahí por los motivos en los que llegó a esa situación, respuestas. Pero la mirada de Jazmín lo aterrorizaba, tenía un poco de sangre en la comisura de sus labios haciendo gestos que demostraba los deseos de Jazmín, queriendo seguir con lo que más disfrutaba, y eso era hacerle daño a las personas que más amaba y probar un poco de su sangre era el modo de saber que lo está haciendo bien, aparte de disfrutar ese olor particular que la excitaba y la volvía loca como a ninguna.

Después de pensar un poco la situación, Joshua no podía permitirse estar en tal acto bochornoso frente a Sarah, y muy lentamente se levanta de la silla agarrando a Jazmín como si se tratase de un juguete y la hizo a un lado «—¡¡Oye, esto no es justo!! —dijo Jazmín al ser apartada.» Joshua estaba entre serio y enojado, empezó a reincorporarse de esa situación, abotonando la camisa blanca manchada de sangre roja que gritaba libertad. Luego de colocarse el traje y acomodarse la corbata azul , él estaba frente a un nuevo amor y uno perdido... debía elegir, pero esta será una de esas situaciones que se sienten de vida o muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta de una manera eficaz y sana.